200 científicos consideran peligrosas las sartenes antiadherentes

Freir un huevo
Ser más verde en la cocina va más allá de cocinar de forma eficiente y, claro está, de optar por los alimentos ecológicos. Además de estas obviedades nos encontramos con un riesgo a evitar: la toxicidad de muchos de los utensilios de cocina, una cuestión que casi siempre pasa desapercibida, pero que, según advierten los expertos, representa un problema de salud pública.

Así es, la polución no solo está en las fuentes de contaminación de siempre, como el dióxido de carbono que respiramos o los pesticidas, fertilizantes químicos o metales pesados que encontramos en los mismos alimentos, pongamos por caso. En las sartenes, moldes de horno y demás superficies antiadherentes encontramos un enemigo de nuestra salud.

Más de 200 científicos dicen no

Al igual que ocurre con el bisfenol A (BPA), un compuesto químico presente en envases plásticos de uso cotidiano que puede perjudicar gravemente nuestro organismo, ciertas sustancias llamadas PFAS son potencialmente peligrosas. Y decimos potencialmente porque si bien se ha encontrado relación entre su ingestión y problemas de salud de distinto tipo y gravedad, todavía se siguen buscando pruebas irrefutables que constituyan evidencias para que se prohíba su fabricación.

Mientras esas pruebas llegan o no llegan, son cada vez más los científicos que avisan de su peligro y recomiendan no usarlas, sobre todo teniendo en cuenta que hay alternativas seguras en el mercado.

En concreto, las PFAS son utilizadas en recubrimientos antiadherentes de sartenes, moldes de horno o cazuelas, entre otros utensilios de cocina. Sobre estos compuestos químicos más de 200 científicos de todo el mundo han manifestado su gran preocupación al respecto.

«La Declaración de Madrid sobre PFAS» es el documento que recoge las opiniones de estos reputados investigadores, expertos mundiales en la cuestión, y ha sido publicado en la revista Environmental Health Perspectives.

Usar alternativas más seguras

El uso de otros materiales no es una fácil decisión. Renunciar a la comodidad del teflón y otros revestimientos antiadherentes significa buscar alternativas más saludables sin tener que sacrificar demasiado en cuanto a facilidad de uso y confort.

Desgraciadamente, no es fácil encontrar sustitutos pero lo cierto es que hay varias opciones entre las que elegir, desde el cristal resistente al fuego directo, vitros y horno hasta sustituirlo por revestimientos cerámicos o acero inoxidable.

Al margen de estas tres opciones encontramos otras opciones antiadherentes que dicen ser libres de PFAS, si bien la pregunta que deberíamos hacernos es si realmente lo son y, en todo caso, si nuestra salud no se resentirá no tanto por lo que no tienen, sino por aquello que tienen y no se dice.

Cupcake y molde
Los revestimientos cerámicos son una alternativa más ecológica, si bien su durabilidad deja mucho que desear, sobre todo si optamos por baterías de cocina, desde cazos hasta paellas o sartenes de bajo coste que solo tienen una fina capa que salta y no acaba de resultar. Otros modelos de mayor calidad tienen un revestimiento más resistente, si bien es complicado encontrarlos y saberlos diferenciar, pues no siempre obtenemos más calidad si pagamos un mayor precio.

El acero inoxidable es una opción interesante por su mayor inocuidad (prácticamente no se altera), pero sin garantía de que los alimentos no se nos peguen. Lamentablemente, muy a menudo, en función de factores variables, como el tipo de alimento y forma de limpieza, entre otros, nos encontraremos con el problema de la adherencia. No en vano, el teflón y demás revestimientos adherentes surgieron para evitar que se pegaran los alimentos y su gran popularidad se ha debido precisamente a su gran eficacia. Sin embargo, no hay comodidad que justifique pagar un precio tan alto como el que parece que estamos pagando. Una vez más, el consumidor ha de protegerse.

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