Son caramelos veganos, pero con todo el sabor de la leche materna. Sus creadores, la empresa estadounidense Lollyphile (fabrica los populares lollypops), ha decidido lanzar este producto porque creen que así satisfarán la curiosidad adulta por probarla.
Siempre se puede rogar un poco de leche a una mujer lactante, pero tampoco es plan ir pidiendo favores de este tipo, por lo que este caramelo parece una interesante opción para contestar a tal interrogante.
Aunque los caramelos no contienen leche, consiguen un sabor genuino gracias a una fórmula basada en la leche de las madres que colaboraron para desarrollar el nuevo producto. En concreto, varias madres en periodo de lactancia donaron su leche para que los especialistas clonaran su sabor.
La inspiración
La idea fue del dueño de la empresa, Jason Darling. En concreto, la inspiración le vino al ver a muchos de sus amigos teniendo bebés, lo que le hizo pensar en aprovechar la leche que estaban produciendo. «Pensé que esa leche podría convertirse en dinero si conseguían volver dócil a un niño llorón, y ahí supe que tenía que lograr ese sabor», dijo Darling en el lanzamiento del producto.
Los novedosos caramelos en realidad están hechos en base a ingredientes vegetales y se venden en el sitio web Lollyphile por 10 dólares el lote de cuatro.
Otras iniciativas similares fueron los helados de leche materna que puso a la venta una cadena británica en el 2011 gracias a la donación de una madre londinense, pero acabó siendo fue prohibida. Un año antes, un restaurante neoyorquino ofrecía en su carta un queso elaborado con leche materna de la mujer del chef, y también en esta ocasión se denunció el experimento. En el caso de los caramelos, el acierto ha sido no utilizar leche real, al menos de cara a su legalidad.