La energía solar y el carril bici parecen hacer un buen tándem. Al menos, es lo que cabe deducir de los innovadores proyectos que se han llevado a cabo en distintas partes del mundo. Originales y doblemente sostenibles, aprovechan la energía del sol y el uso de este ecológico medio de transporte como apuesta ganadora por un mundo más verde.
Vimos también un precioso carril bici iluminado con luces LED alimentadas por la energía solar, lográndose un resultado casi mágico a lo largo de varios kilómetros en el condado holandés de Brabante, y también os contamos cómo era el primer carril bici solar del mundo, instalado en Krommenie, un pequeño pueblo al noreste de Holanda.
Un carril bici con techo solar
Si creíamos que éstas eran todas las posibilidades que brinda la tecnología fotovoltaica en el diseño de carriles bici andábamos muy equivocados. En Corea del Sur han demostrado que las posibilidades son muchas más. Basta con dejar que la imaginación haga de las suyas para obtener resultados tan espectaculares como éste, un proyecto único, el primer carril bici del mundo con techo solar, y su longitud no es precisamente experimental. ¡Ya supera los treinta kilómetros!
Esta vez, en lugar de colocar los paneles solares debajo del asfalto, como se hizo en el segundo proyecto comentado, están justo encima, sobre las cabezas de los ciclistas, conformando una especie de túnel. Por lo tanto, los ciclistas pedalean a la sombra de unos paneles que buscan justo lo contrario, el calor del sol para absorber energía.
Lo impresionante de este carril bici no sólo es su cubierta, sino la ubicación, ya que atraviesa la mediana de una autovía. Es decir, está situado en medio de la misma, sustituyéndola. Por lo tanto, permite tanto recorrerla en bici con toda tranquilidad gracias al exclusivo carril, máxime por el mismo techo solar, que actúa de protección, junto con unas vallas o barreras metálicas laterales que también aislan del ruido y del lógico riesgo que conlleva circular junto a dos vías de alta velocidad.
En concreto, el carril se extiende desde Daejeon a Sejong, por lo que es interurbano, y cubre una distancia de alrededor de 32 kilómetros que resulta muy interesante para recorrer largas distancias con la bici, algo que suele ser un sueño, casi una utopía.
Además, está la gran ventaja de la generación de energía solar, que puede utilizarse para la iluminación de la carreteras, lo que supone un buen ahorro, si bien la inversión necesaria para cubrir los más de treinta kilómetros con paneles fotovoltaicos es elevada. Aún así, resulta rentable a medio y largo plazo.
Como curiosidad es sorprendente e incluso divertida, además de práctica, pero como ejemplo podría cundir de un modo insospechado. No sólo para cambiar la idea o concepto de lo que es un carril bici, sino también con el fin de que empiecen a abundar los carriles bici de este estilo. O quizás no, porque se ha diseñado haciéndolo encajar en una estructura típica que entroniza al coche: el coche sigue siendo el gran privilegiado.
Aprovechar la mediana es interesante, sobre todo porque se aprovecha una parte de las autopistas que normalmente no tiene utilidad, si bien podría conllevar un cierto riesgo en caso de accidentes o por la polución atmosférica que produce el tráfico rodado. No cabe duda de que son inconvenientes importantes, pero introducir a la bici en las autovías no deja de tener su interés. Eso sí, lo ideal sería que la bicicleta no fuese siempre el hermanito pobre y las obras públicas cambiasen las prioridades, dando todo el protagonismo a las bicis. En fin, soñar es gratis.