Cinco consejos para una coloración natural con henna

Coloracion hena
La coloración natural con henna es una manera natural de teñirse el pelo y, sin duda, la más popular. Sin embargo, como ocurre a menudo, no es otro todo lo que reluce. Ni toda la henna es bio ni puede afirmarse que esté libre de tóxicos.

En este post te damos cinco trucos que te ayudarán a detectar la henna más natural u orgánica, mientras otros podrán servirte de ayuda para conseguir mejores resultados o adaptar su uso a tus necesidades.

Qué es la henna

Dar una breve definición de la henna nos ayudará a pasar a la acción de mejor manera. Básicamente, la henna natural es un polvo que se obtiene de las hojas de Lawsonia inermis, un arbusto espinoso. Sin más añadidos.

Es decir, es justo lo que debemos buscar si queremos henna de máxima pureza, todavía mejor si además es procedente de cultivos bio. Pero no será tarea fácil, también lo adelantamos.

Como es bien sabido, constituye una alternativa a los tintes químicos que logran el cambio de color mediante oxidación. No nos proporciona un cambio de color sino reflejos que pueden ser más o menos intensos, en función de cada tipo de pelo.

Es decir, hay tantos matices como melenas existen. Cada persona obtendrá un resultado, y en ningún caso lograremos decolorar el cabello. Consigue resultados capa sobre capa.

Algunos consejos prácticos

Antes de elegir la henna y de aplicarlo demos un repaso a estos consejos y pequeñas astucias:

1. Henna orgánica, no sin sello: Ya sea henna de color o neutra, si no incluye el correspondiente certificado ecológico nadie nos garantiza de que realmente lo sea. En todo caso, es clave leer los ingredientes, pues la henna bio podría llegar a ser solo un ingrediente entre otros muchos.

2. Henna neutra para fortalecer: También hay henna neutra, obovata casia, que se utiliza para dar más fuerza al cabello. Idónea para acondicionar y reparar el pelo frágil y seco. Puede dejar un ligero tono dorado, dejan el pelo brillante y más resistente tras una aplicación de dos o tres horas. Mejorará sus efectos si antes de aplicar dejamos macerar con zumo de limón.

3. Recuperar el color, misión imposible: Aunque la henna proporciona una coloración tono sobre tono no permanente, recuperar el color original es prácticamente imposible. De un modo u otro, siempre permanece. Lavado tras lavado irá debilitándose, pero no se irá del todo, con lo que hay que pensárselo bien antes de aplicarlo. El tono original volverá con el pelo nuevo, únicamente…

Hena
4. Puede alisar el pelo: El recubrimiento de la cutícula del pelo con henna suele ser un efecto deseado porque nos aporta fuerza y resistencia. Sin embargo, en algunos casos también puede eliminar el efecto ondulado. Así que cuidado con los pelos rizados, podrían perder su gracia o alisarse y darnos una alegría… ¡Hay que tenerlo en cuenta!

5. Los riesgos de la henna negra: La henna negra puede llevar un colorante conocido como p-fenilendiamina (PPD), que pueden provocar alergias graves. Tanto a través de contacto directo como sensibilizándonos y desencadenando reacciones de distinta gravedad al tacto con otros materiales que lo contengan. Por ejemplo, la ropa.

Tengamos en cuenta las proporciones. El PPD en la henna negra a menudo alcanza el 15 por ciento, cuando el máximo permitido para contacto cutáneo es tan solo del 2 por ciento, y del 6 por ciento en tintes para el pelo.

Aunque controlar los porcentajes es importante, la mejor manera de librarlos de sus efectos es prescindir de él. En estos casos, la henna no es una alternativa natural, con lo que antes que optar por ella consideremos otras opciones más inocuas.

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