Ayudar al planeta es ayudarnos a nosotros mismos, eso vaya por delante, pero también es cierto que el bienestar y confort cotidianos son interesantes razones que nos animan a hacer más por el medio ambiente.
¿Pero, acaso mirar por el entorno puede ayudarnos a tener una vida más fácil? En muchas ocasiones, así es, y en este post te vamos a dar cinco ejemplos de que podrás aplicar sin esfuerzo.
Gestos verdes muy prácticos
En efecto, a continuación veremos una pequeña muestra de eco gestos que resultan doblemente beneficiosos, tanto por lo que ayudan a cuidar el entorno como por tener una utilidad interesante para hacernos la vida agradable y sencilla.
1. Grifos eco inteligentes: En el mercado tenemos opciones muy interesantes para ahorrar agua y también tiempo. Por ejemplo, lo conseguiremos con los rociadores de ducha eficientes, que consumen la mitad de los tradicionales, solo unos 6 ó 7 litros de agua por minuto. No son caros y su instalación es tan fácil como desenroscar el antiguo y enroscar el nuevo, sin más complicaciones.
Además sería estupendo apostar por el grifo termostático para alcanzar más rápido la temperatura del agua deseada. De este modo, conseguiremos un ahorro de energía, agua y tiempo. No en vano, es el tipo de grifo que consigue la temperatura deseada con mayor rapidez.
2. Utiliza el lavavajillas: Entre usar la secadora y tender al aire libre en clave ecológica siempre es mejor la segunda opción, pero hay que reconocer que nos resulta algo más trabajosa. Por el contrario, los grandes electrodomésticos no siempre son menos eficientes, y el lavavajillas es un ejemplo estupendo.
Si dudamos entre lavar a mano o usar el lavavajillas, la respuesta es justo la inversa. Es decir, la opción manual es menos ecológica, sobre todo si lo hacemos con agua caliente, puesto que gastamos más electricidad y agua que si dejamos que el aparato haga el trabajo por nosotros.
Eso sí, en el día a día son las buenas prácticas las que hacen la diferencia. O, lo que es lo mismo, en este caso evitemos abusar del agua caliente, optemos por detergentes eco, respetemos las dosis y no lo pongamos en marcha hasta que no esté a plena carga. Por lo demás, aprovechemos las nuevas tecnologías, y optemos por los modelos más eficientes para respetar el planeta y poder colgar los guantes de fregar para siempre. Un pequeño gran detalle a la hora de tener una vida más fácil.
3. Utilizar un temporizador: Si no nos acordamos de apagar los aparatos después de usarlos, incluso en modo espera, consideremos invertir en un temporizador, que podemos programar fácilmente según nos convenga.
Los encontraremos en forma de aparato independiente o acoplados a enchufes o regletas. De este modo, no hay que acordarse de apagar el aparato ni tampoco de desactivar el interruptos de la regleta. Si bien este último es ya un avance de cara a evitar el consumo vampiro, sin embargo hay que acordarse de hacerlo, con lo que el temporizador supone dar un paso más. No fallaremos y podremos despreocuparnos.
4. Utilizar el termostato: Ya sea dando uso a los termostatos que incluyen los mismos calefactores u otros aparatos climatizadores como mediante modernos sistemas domóticos, el resultado será un mayor confort y una vida más fácil.
5. Transporte sostenible: Desde coger la bici, el bus o compartir coche en nuestros desplazamientos hasta optar por ir un ratito a pie y otro andando, abusando a placer del coche de San Fernando. Si sabemos montárnoslo, las ventajas son muchas, entre ellas ahorrarnos tener que repostar, aparcar (cuando no conducimos nosotros) o, en el caso de la bici, hacerlo sin problemas, y por otro lado tener hecho ya el ejercicio del día.