Cinco maneras sencillas de ahorrar energía en la oficina

Abriendo la cortina de laminas
Ahorrar energía en la oficina requiere un aprendizaje que nos ayude a asumir rutinas eco-amigables para aligerar nuestra huella de carbono, es decir, tanto el gasto energético traducido a un ahorro económico como a un cuidado ambiental.

Puede parecernos cosa de poca importancia, pero si sumamos situaciones y comportamientos que pueden mejorarse el resultado es una eficiencia energética mucho mayor. De hecho, en la oficina pasamos muchas horas cada dia, y a nivel estadístico ese despilfarro aquí y allí acaba sumando hasta llegar a situaciones insostenbiles ambientalmente. En lo económico, por otro lado, también es factible ahorrar importantes cantidades de dinero con pequeños cambios que nos ayuden a reducir el consumo eléctrico de forma significativa.

Empezar es la clave del éxito en el cuidado ambiental a través de gestos cotidianos. Aunque nos parezca que son cambios insignificantes, hacer una gran diferencia es posible simplemente poniéndolos en práctica a diario, sobre todo si en la oficina cunde el ejemplo. Entre los muchos consejos que pueden hacerse para ahorrar en el puesto de trabajo, sugerimos los cinco siguientes:

1. Usa menos el ascensor: Usar las escaleras en lugar del ascensor será más o menos factible en función de un sinfín de factores, como las veces que lo utilizas al día, el piso al que haya que subir, tu nivel de estrés o tipo de calzado que suelas utilizar. Sin embargo, sea como fuere, tanto al entrar como al salir deberías intentar prescindir de él, y en general como norma úsalo sólo cuando tengas que subir o bajar más de dos pisos.

2. Encender y apagar el climatizador: Ya sea para calentar como para enfriar una habitación o sala, el climatizador, calefacción o el aire acondicionado no debe estar encendido hasta el último minuto antes de salir o si vamos a estar fuera más de una hora. Apaguémoslo los últimos minutos, por ejemplo un cuarto de hora, para ahorrar energía sin que se pierda la sensación de confort. No olvidemos tapoco que el termostato no debe estar fuera de la horquilla de entre 22°C y 24ºC en verano y 19°C en invierno.

3. Impresoras y ordenadores: Nos será fácil programar el ordenador para que se active el modo descanso cuando no estemos utilizándolo o hacerno nosotros mismos. También podemos apagar la pantalla si no lo utilizamos durante un tiempo y, si fuera posible, concentrar las actividades con el ordenador durante un tiempo limitado. Además, apaguemos impresoras y demás periféricos cuando no estén en uso, incluyendo el modo stand by, y lo mismo cabe decir del ordenador al final de la jornada. Nos vendrá muy bien una regleta con interruptor.

Oficina
4. Aprovecha la luz natural: La disposición de las mesas y del mobiliario puede ayudarnos a aprovechar más la luz natural. Si la luz directa nos resulta molesta, organicemos el espacio teniendo en cuenta este aspecto. Recurrir a las luces artificiales por sistema y utilizar las típicas cortinas de láminas en las ventanas es un despilfarro energético que, a largo plazo, también puede resultar contraproducente para la salud.

5. Consejos de ahorro en iluminación: Sustituir las bombillas tradicionales por otras de bajo consumo es importante, pero también puede resultar interesante instalar sistemas de control de iluminación que actúen mediante sensores o de forma automática. Por otra parte, además de no dejarse las luces abiertas, el eterno problema, en áreas que permanezcan iluminadas durnate varias horas al día optemos por las lámparas fluorescentes compactas para ganar en durabilidad y ahorro. Notaremos una diferencia de casi un 75 por ciento con respecto a los focos incandescentes. Y, por último, aprovechemos las tonalidades claras para aportar luminosidad a la estancia y mantengamos las lámparas limpias para ganar en luminosidad.

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