Cinco químicos peligrosos que debes evitar en cosméticos

Mujer sorprendida
Utilizar cosméticos orgánicos adquiridos en comercios o hechos en casa, libres de químicos, naturales, biodegradables, patatín y patatán, es una garantía si buscamos libranos de los componentes artificiales, tanto nosotros como el medio ambiente. Sin embargo, entre los productos convencionales también hay grandes diferencias en función de los ingredientes que se utilizan para elaborar cosméticos y, en general, productos de higiene y cuidado personal.

Aunque todo producto que carezca de un sello ecológico debe hacernos desconfiar (ni siquiera el sello garantiza un cosmético totalmente bio, en realidad), si vamos a comprarlo merece la pena comparar composiciones y estudiar los ingredientes que se especifican en las etiquetas.

Es importante hacerlo con artículos cargaditos de químicos en su composición y también en aquellos otros que nos intentan «colar» como ecológicos, cuando no lo son ni por asomo. Acostumbrémonos a repasar la composición para quedarnos con la mejor opción, sea bio o la menos mala de entre varias opciones de cosmética industrial.

Ingredientes tóxicos en tus cosméticos

Sus nombres son complicados de leer, de recordar y de reconocer, y es cierto que normalmente las etiquetas no ofrecen información fácilmente legible, su tamaño es endiabladamente pequeño y un mismo componente puede tener distintos nombres. ¿La solución? Lleva la lista contigo, en el smartphone, en un papelito guardado en el bolso…

En todo caso, con el tiempo será fácil acostumbrarnos a identificar los compuestos más tóxicos, bien por su terminación o por su nombre o nombres completos, pues en ocasiones un mismo químico puede mencionarse de distintos modos.

De este modo, para prevenir la siempre peligrosa exposición a químicos cotidianos, a la hora de adquirir o usar un determinado cosmético, intentemos evitar los cinco siguientes:

1. Parabenos: Los parabenos son una familia de conservantes con efectos antibacteiranos, muy usado en productos de cuidado personal y cosméticos. Se les relaciona con trastornos hormonales, cáncer de mama e infertilidad. Podemos encontrarlos buscando la terminación -parabeno, con términos que empiezan con -butil, metil-, fenil-, propil-, como metilparabeno o butilparabeno.

2. Ftalatos: los ftalatos son un tipo de compuestos químicos que se usan como suavizantes y disolventes. Son muy contaminantes y numerosos estudios los relacionan con problemas de reproducción, cáncer, malformaciones en el feto y disfunción del sistema hormonal. Los identificaremos con nombres como Dietilexiloftalato o DEHP, Butilbenzifalato o BBP, Dibutilfalato o DBP, Butildecilftalato o BDP, Diunddecilftalato o DUP y otros muchos términos.

Cremas bio
3. Formaldehido: Suelen usarse como conservadores en cosméticos, son potencialmente tóxicos y diversas investigaciones han encontrado efectos cancerígeno. Los encontraremos con muy distintas nomenclaturas, desde DMDM Hidantoína, Urea Imidazolidnil, Diazolidinil Urea, Urea Imidazolinil, Higroximetilglicinato de Sodio, Metenamina o Quartenium 15.

4.SiloxanosPEG: Se incluye en cosméticos y productos de higiene para aportarles suavidad, humedecerlos y ablandarlos. Su uso es peligroso como disruptor endocrino, es decir, por alterar las funciones hormonales, y también resulta tóxico en el hígado. Además, recientemente se ha averiguado que contaminan la atmósfera de un modo preocupante. Se ha llegado a encontrar en distintos puntos de la Antártida, donde contamina el ecosistema, incluyendo fauna y flora.

5. Triclosán: El triclosán es un potente antibacteriano y fungicida que encontramos en muchos champús y jabones desinfectantes. Se trata de un producto potencialmente cancerígeno y tóxico para el hígado, según advierten los expertos. De acuerdo con un estudio publicado en las Actas de la Acedemia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, «causa fibrosis hepática y cáncer».

La lista es mucho más amplia. Por ejemplo, podríamos destacar también los compuestos de polietilenglicol (PEG), el lauril sulfato de sodio, la pfenilendiamina, la dietanomlamina (DEA, MEA o TEA), el butilhidroxianisol (BHA) y el butilhidroxitolueno (BHT). En próximos posts iremos viendo éstos y otros muchos los ingredientes tóxicos que se ingluyen en los cosméticos y productos cotidianos que nos utilizamos de forma inconsciente.

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