Cinco ventajas ecológicas de cocinar con la olla a presión

Olla presion
Cocinar es una actividad cotidiana que puede disparar el gasto energético en función de nuestros hábitos en los fogones. No solo influye el nivel del fuego, las raciones cocinadas de una sola vez o, por ejemplo, la mayor o menor ingesta de productos crudos.

También influye el uso de la cocina de gas, vitrocerámica normal o de inducción, pongamos por caso o, aunque no suela pensarse, elegir uno u otro tipo de cazuelas, sartenes o cazos. Todo ello resulta decisivo y, en concreto, la olla a presión será una gran ayuda para cocinar con eficiencia energética.

Cinco sencillos trucos

Es posible afirmar sin miedo a equivocarnos que la olla a presión es un inventazo que resulta la mar de ventajoso. Por ejemplo, podemos cocinar rápido sin renunciar a hacer platos que normalmente necesitan horas en el fuego.

Pero no solo eso, porque además de ahorrarnos tiempo hacemos numerosos gestos en favor del medio ambiente. Por un lado ahorramos recursos escasos de gran valor, como la energía y el agua, al tiempo que contamos con un utensilio muy práctico para cocinar legumbres y vegetales bio.

Son eco-gestos con los que contribuimos a un mundo más verde, al tiempo que cuidamos nuestra salud, ahorramos tiempo y dinero. Veamos 5 ventajas ecológicas de cocinar con la olla a presión:

1. Ahorramos energía: Lógicamente, si cocinamos más rápido gastamos menos energía. Tanto si son cinco minutos o cocciones más largas, el ahorro será en términos comparativos. Es decir, frente al uso de cazuelas convencionales.

Por lo general, se necesita tres veces más de cocción con una olla normal, lo que supone un ahorro de alrededor de un 70 por ciento de energía. E incluso podemos aumentar el porcentaje aprovechando el calor residual. Para ello apagaríamos el fuego unos minutos antes de lo previsto y dejaríamos que se acabara de cocer solo.

2. Ahorramos agua: Estar tapada de forma hermética implica una menor necesidad de agua. Gracias a esta temperatura que se alcanza en su interior el vapor ayuda a una cocción más rápida. A su vez, controlar la cantidad de agua necesaria es importante para la conservación de nutrientes.

3. Un aliado para la dieta mediterránea: Los vegetales hervidos o al vapor, arroces, legumbres y guisos propios de la dieta mediterránea pueden cocinarse muy fácilmente de una y mil maneras con la olla a presión. Una dieta saludable y ecológica por ser rica en frutas y verduras sin abusar de carnes rojas.

Igualmente, si tenemos un pequeño huerto ecológico, la olla a presión es una manera de poder dar salida a frutas y verduras para hacer conservas sin necesidad de estar hirviéndolas durante una eternidad. Igualmente, no será de gran ayuda en el día a día para hacer un sinfín de recetas con nuestros productos.

Eso sí, es importante conocer bien el agua que se precisa, los tiempos de cocción y potencia del fuego para cada receta o grupo de recetas sin que pierdan poder nutritivo. O, al menos, sin que pierdan más del necesario.

Guiso
4. Durabilidad: Las ollas a presión suelen ser muy durables. Hasta tal punto que fácilmente duran varias generaciones. Salvo el cambio regular de la goma y de algún accesorio como la válvula o asas, el cuerpo de acero inoxidable permanece intacto durante años. Su huella de carbono, a fuerza de pasar años, acaba siendo ligera.

5. Nos mantiene la comida caliente: No es una solución perfecta, pero si la olla a presión se mantiene cerrada una vez apagado el fuego mantendrá la comida caliente durante horas. Si además la mantenemos cubierta con una manta o similares retendrá el calor mucho más tiempo, pudiendo aprovecharse para acabar de cocinarse.

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