Ciudades verdes: bosque vertical en las Naijing Towers

Naijing-Towers
Cuando los jardines verticales son de un buen tamaño y albergan numerosos árboles y matas, ofreciendo una sensación boscosa, entonces bien pueden considerarse bosques verticales. Es el caso de la nueva obra del arquitecto italiano Stefano Boeri, en la que sigue logrando grandes resultados con sus famosos jardines o bosques verticales, originalmente implementados en sus edificaciones milanesas.

Conocemos las propuestas de Boeri en Milán y pronto se inaugurarán las Naijing Towers, cuyo nombre adoptan de la ciudad del mismo nombre donde se están levantando.

Oficinas, hotel y una escuela de arquitectura verde

Son un par de rascacielos, uno de 200 y el otro de 107 metros, cuya característica más llamativa es el tapiz vegetal que las cubre de arriba a abajo.

La altura de las torres las hace sobresalir de entre los edificios de alrededor, pero destacan sobre todo por su disfraz verde. No en vano, son más de un millar de árboles y cerca de 2.500 arbustos de une veintena de especies autóctonas.

Además, lógicamente, de la biodiversidad a nivel de fauna que esta masa vegetal va a atraer, creando un oasis de vida en medio de la inhóspita ciudad. «Las torres ayudarán a regenerar la biodiversidad de la zona», explica Boeri.

El jardín también ayuda a aislar el edificio, ayudando a que el gasto energético sea menor. Una eficiencia energética que ayuda a ahorrar en las facturas y, no menos importante, también en la huella de carbono.

Sin olvidar que también son una idea efectiva para refrescar las ciudades, sobre todo teniendo en cuenta el fenómeno de la isla de calor que sufren, particularmente acusado en las ciudades más grandes.

Por un lado, la torre más alta se destinará a oficinas, al tiempo que albergará un museo, restaurantes, tiendas, sala de conferencias, una escuela de arquitectura verde y un club en la azotea. Por su parte, la edificación más pequeña es un hotel que cuenta con 247 habitaciones y la coronará una piscina.

A diferencia de las torres milanesas que inspiran este proyecto, conocidas como «Bosco verticale» de Milán, en estas torres no se han previsto apartamentos. Es decir, no tiene un uso residencial, al menos en principio.

¿Pero, y el acceso a los jardines, cómo disfrutar de cerca de ese bosque vertical? Además de cargar de oxígeno la atmósfera, purificándola gracias al proceso de la fotosíntesis, se consigue una visión verde que deja una impronta beneficiosa a la hora de alejar el estrés y mejorar la sensación de confort y bienestar.

Gracias a unos balcones construidos de forma estratégica en los edificios es posible disfrutar de la naturaleza que va creciendo en la fachada de los edificios.

Igualmente, cómo no, los viandantes y quienes se encuentren en los edificios vecinos tienen el privilegio de su visión verde. Todo un bálsamo para el alma, idóneo para hacer un alto en el trabajo.

El concepto de jardín o bosque vertical no es nuevo, obviamente, pero éstas sí serán las primeras torres verdes de este tipo en China e incluso en Asia.

Naijing-Towers
Una vez finalizadas, el estudio de arquitectura milanés tiene previsto diseñar otras similares en distintas ciudades asiáticas, como Shanghai, Chonqqing Liuzhou, Guizhou y Shijiazhuang.

Sin duda, serán proyectos que más allá de su espectacularidad, contribuirán a popularizar el concepto. Una manera interesante de traer la naturaleza a las ciudades sin ocupar apenas espacio.

Ojalá su popularización también se contagiara a otras políticas municipales a la hora de ampliar las zonas verdes en las ciudades. No solo en vertical, sino también a la antigua usanza, por aquello de poder pasear bajo los árboles, escuchando el trinar de los pajaritos, bien en bici o haciendo una saludable caminata.

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