Los tapones de botella admiten muy distintas maneras de reciclado. Tanto si los utilizamos para fines solidarios como para fabricar un mueble o cualquier otro objeto, los resultados suelen valer mucho la pena. En el caso de la construcción de muebles, se obtienen fácilmente unos acabados impactantes, realmente atractivos, tal y como ha ocurrido con esta silla.
La obra lleva la firma del estudio de diseño BRC, que no cesa de trabajar, emprendiendo con éxito proyectos sorprendentes por lo ecológico y también por su vistoso aspecto. Así pues, dentro de su trayectoria era muy de esperar que su silla hecha con tapones de botellas de soda diera el campanazo.
Para realizarla se han tenido que reunir cientos de tapones de botellas utilizadas que se han ido colocando sober una estructura de acero reciclado en un 99 por ciento y cubierto con un polvo blanco a modo de revestimiento para el logro de la estética buscada, si bien éste no se aprecia a simple vista, sino desde su interior.
Cómoda y llena de color
Un interior que no es cualquier cosa, pues hace las veces de escondrijo ideal para mascotas que busquen un lugar tranquilo donde dormitar o para niños que quieran jugar al escondite o, simplemente divertirse un rato.
¿Pero, cómo conseguir que los tapones queden fijados? Los diseñadores han explicado que su trabajo se hizo con mucho amor y paciencia. Y, con respecto al reto que suponía su fijación, lograron hacerlo utilizando abrazaderas de plástico, de tal modo que consiguieron al mismo tiempo un gran colorido y una superficie cómoda para sentarse, sin problemas para un perfecto uso. Por cierto, la silla formar parte de una colección más amplia, toda ella inspirada en el reciclaje de tapones, en la que, por ejemplo, también podemos encontrar un gran tazón.
Creo que cualquier forma de reciclaje es buena y en concreto este original mueble me parece de lo más creativo y atractivo. Sin embargo, en este caso considero que en estos momentos los tapones pueden utilizarse para fines mucho más importantes, como ayudar a niños y niñas que padecen graves enfermedades. Y es que las plantas de reciclaje pagan 300 euros por cada tonelada de este residuo, dinero que luego es invertido en proyectos para salvar la vida de los pequeños que más lo necesitan.
Frente a una acción solidaria de ese tipo, cuando además los tapones se reciclan, lógicamente, poco hay que sea tan importante. Pero creo que debe haber también un hueco para otras iniciativas como ésta, de algún modo solidarias con el entorno.
Hola me Encanto Todo lo que he Visto Muy Bueno Todo ?
Hola Belén,
Muchas gracias, me alegra que todo lo que has visto te haya gustado. Espero que siga siendo así, no dejes de pasarte para leer las nuevas publicaciones. Un saludo : )