Cómo celebrar una fiesta de cumpleaños ecológica

Tarta de cumpleanos
El cumpleaños del peque de la casa, o del que no es tan peque, se acerca. ¿Qué hacer para que la tradicional fiestecita no sea un pequeño drama ecológico? Aunque nos parezca que este tipo de fiestas solo pueden saldarse con una importante huella de carbono y una montaña de desperdicios, lo cierto es que no ha de ser así, necesariamente.

¿Cómo lo evitamos, no celebrándolo? Obviamente, evitarlo, lo evitaríamos, pero de lo que se trata es de minimizarlo, no de renunciar por completo, cortar de raíz algo que nos gusta, nos hace ilusión y, afortunadamente, también puede realizarse de un modo eco-amigable.

Una fiesta eco-amigable

Vayamos a por ello, pues. En este post veremos cómo conseguir que la fiesta de cumpleaños sea también una celebración para el planeta o, al menos, no acabe resultando todo lo contrario.

Abandonar el consumismo y poner la mente en modo reciclaje es un doble consejo que puede ayudarnos tremendamente a la hora de organizar y celebrar el cumple. Es decir, no se trata tanto de simplificar sino de suplir aquello que deseemos en cuestiones como la decoración, el menú y los regalos con imaginación, reutilización y reciclaje.

Eso sí, la tercera de las «erres» ecológicas, la reducción, también es un mandamiento verde que debemos respetar, si bien un cumpleaños siempre tiene un punto de exceso inevitable que, por otra parte, forma parte de su encanto. Por lo tanto, busquemos ese equilibrio que nos dé lo que queremos sin quitar más de la cuenta al medio ambiente.

Reciclaje fiesta
También es un hecho que simplificar supone ahorrar y, por otro lado, podemos vivir con mucho menos de lo que lo hacemos, y sin renunciar al a diversión, al festejo de una fecha tan señalada como un cumpleaños. Simplemente, se trata de cambiar de mentalidad, por ejemplo, haciendo nosotros mismos desde las invitaciones (preferentemente hacerlas online) hasta las velas, las guirnaldas, la decoración del mantel o, por supuesto, la tarta de cumpleaños.

No es necesario prescindir de ella ni tampoco de las velitas (¿por qué no hacerlas nosotros a partir de velas usadas?). Si la elaboramos nosotros reduciremos la huella de carbono y los residuos relacionados con el embalaje, además de utilizar ingredientes bio si así lo deseamos. También podremos ajustar mejor las raciones. Así, otro consejo sería cocinar o preparar lo justo para que no sobre ni falte y, a ser posible, no invitar a demasiadas personas.

Las bebidas son otro capítulo en el que podemos hacer una gran diferencia. En lugar de optar por las pequeñas botellas individuales de plástico, preparar grandes jarras con bebidas naturales, como zumos de frutas o aguas aromatizadas con sabores frutales. También será fácil hacer deliciosos aperitivos con trocitos de fruta. Y, sea como fuere, no utilizar platos, vasos y cubiertos desechables.

Regalos inmateriales

Con respecto a los obsequios, un capítulo esencial, nada de comprar papel de regalo ni lazos, mejor reutilizarlos, usar una bolsa de papel que conservaremos o, por qué no, entregar el regalo tal cual. Si queremos hacer regalos ecológicos, optemos por regalos inmateriales que pueden ser desde regalar tiempo de calidad para hacer actividades o, por ejemplo, orientar el regalo hacia algo que realmente se necesite o se desee.

En lugar de repartir a los niños bolsas llenas de chuches artificiales y juguetes de plástico que, seamos sinceros, no gustan a nadie, durante el cumpleaños podemos organizar algún taller para hacer manualidades de reciclaje que luego pueden llevarse a casa. O, si de lo que se trata es de entretenerse, celebremos el cumpleaños como si de un picnic se tratase y organicemos juegos al aire libre que no precisen de materiales extra ni polucionen.

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