Consecuencias de reutilizar material de laboratorio


Nina Dudnik, una joven estadounidense, en su época de estudiante, vivió un año en África occidental, investigando plantaciones de arroz. Allí comprobó lo mucho que cuidaban los materiales de laboratorio sus colegas africanos. Y lo comparó con el desperdicio que existía en su propio país (concretamente, en la Universidad de Harvard, donde estudiaba su doctorado). Le pareció, en resumidas cuentas, un gran error.

Así que decidió montar, con la ayuda de más amigos, una organización sin ánimo de lucro con el objetivo de reutilizar todo ese material de laboratorio que acababa en los cubos de la basura u olvidado en cajas almacenadas en habitaciones donde nunca entraba nadie. De este modo se creó Seeding Labs.

Seeding Labs recolecta equipo de laboratorio que ya no se usa proveniente de universidades y compañías de investigación asociadas al proyecto y se envía a científicos de todo el mundo. No sólo se reutiliza material, una acción ecológica que, por sí sola, es de agradecer, sino que se ayuda a desarrollar la investigación científica en países con pocos medios materiales y económicos.

Envían el material a dieciséis países, entre los que se incluyen Argentina, Chile, Ecuador, Venezuela, Paraguay, Haití, la República Dominicana, Congo, Nigeria, Ghana o Kenya. Pero además Seeding Labs propicia que sea posible el contacto de científicos de todo mundo, iniciando programas de intercambio para que investigadores de diferentes países compartan sus ideas.

Algunos de los hitos conseguidos por Seeding Labs (que se podría traducir como «viveros de laboratorios») son los siguientes:

– Equipos reutilizados por un valor de 680.179 dólares (unos 507.000 euros).
– Más de 3.700 estudiantes beneficiados por la donación de estos equipos.
– Un 83% de los laboratorios que recibieron alguna donación aumentaron el número de alumnos.
– Un 66% de los laboratorios que recibieron alguna donación aumentaron su número de proyectos de investigación.
– Se ha aumentado en un 216% los presupuestos de investigación para estos laboratorios.
– Sesenta artículos en publicaciones especializadas elaborados por integrantes de estos equipos.
– Dos patentes surgidas de estos equipos.

Y todo ello comenzó con la idea de reutilizar material que iba a ser desechado.

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