Consejos para ahorrar gasolina en invierno

Ahorrar gasolina
Cuando llega el frío, si no nos abrigamos empezamos a temblar, lógicamente, y lo mismo puede pasarnos también si no ponemos atención a la hora de aplicar una serie de consejos que nos permitirán ahorrar combustible. Bastará con aplicar unos pequeños trucos que eviten que la bajada de temperaturas haga lo propio con nuestro depósito de gasolina.

En efecto, al margen de los consabidos consejos que ayudan a una conducción más eficiente de modo general, aplicables a cualquier época del año, hay una serie de aspectos que también hay que cuidar en invierno para maximizar los resultados. O, lo que es lo mismo, ahorrando en combustibles reducimos también el impacto ambiental, pues emitimos menos gases de efecto invernadero.

Empecemos con un eco-consejo idóneo para días fríos: precisamente, se trata de evitar la aceleración en un primer momento. Hemos de intentar, por lo tanto, no acelerar o hacerlo lo mínimo, por ejemplo ayudándonos cambiando a una marcha superior.

De este modo, conducir suavemente al arrancar, hasta que el motor se caliente es una manera de ahorrar gasolina en invierno. Ello implica, además, un buen mantenimiento del coche, como lasruedas en buen estado, con la presión adecuada, y revisión periódica del coche en el taller.

¿La calefacción gasta gasolina?

Si el uso del aire acondicionado aumenta el consumo del vehículo al restarle potencial al coche, subiendo el consumo hasta en un 20 por ciento, lo lógico es preguntarse si la calefacción también supone un despilfarro similar.

Afortunadamente, la respuesta es negativa. A diferencia del aire acondicionado, la calefacción prácticamente no consume combustible, puesto que aprovechan el calor que emana del motor. Por lo tanto, la generación de calor nos viene dada, si bien existe un ventilador que consume energía procedente de la batería, y ello sí mengua nuestro nivel de combustible, pues ésta se carga a través del alternador. Y, como es sabido, el alternador genera electricidad para ir recargando la batería, y lo hace chupando gasolina.

Del mismo modo, un alternador dañado puede gastar más gasolina y, de hecho, uno de los síntomas del mal funcionamiento del alternador es gastar mucho combustible. Tengámoslo en cuenta.

Tan importante como conocer estos detalles sobre la calefacción es conseguir un máximo aprovechamiento. Entre otros consejos, la clave es esperar unos minutos antes de encenderla pues hasta que el motor no esté caliente no podremos tenerla. Todo lo contrario, encendiéndola antes de tiempo el habitáculo se enfriará.

Conduccion en invierno
Para lograr una distribución óptima del aire caliente, seleccionemos la opción que haga salir el aire desde la parte más baja, hacia los pies, con el fin de que se distribuya, pues el aire caliente es menos denso que el frío, con lo que éste desciende y aquel sube.

Por otra parte, para economizar gasolina en invierno, intenta mantener el depósito lleno. La razón es muy sencilla, pero explicarla tiene su intríngulis: si el tanque no está lleno, el aire húmedo ocupa el lugar del combustible, con lo que acaba condensándose y provocando problemas que repercuten en la calidad de la conducción y, por lo tanto, también en un mayor consumo.

Siguiendo con la misma idea, una conducción sostenible significa también hacer el menor uso posible de dispositivos eléctricos, como la luneta térmica o los asientos calefactados. A diferencia de la calefacción, consumen electricidad, lo que implica gasto de gasolina.

Aún así, los asientos calefactables, por ejemplo, podrían ser de gran utilidad si el coche está helado, pues la calefacción tarda en reaccionar. También ayudan a desentumecer los músculos si hay temperaturas bajo cero, con lo que la conducción será más segura. Evitar exposiciones prolongadas para prevenir el denominado síndrome de la piel tostada, que cursa con quemaduras.

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