Esterilidad por exposición del feto a contaminantes

Mujer embarazada
Siguen descubriéndose nuevos efectos dañinos provocados por la contaminación atmosférica, especialmente dañina para las personas más débiles, aquellas que tienen el sistema inmunitario más débil por convalecencia, enfermedades o simplemente porque todavía no está formado, como ocurre con los bebés o el mismo feto.

Si ya vimos algunas consecuencias terribles que podía acarrear para el correcto desarrollo del feto la exposición de la madre a la polución ambiental ahora, según un estudio internacional en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que publica la revista PLoS One.

La exposición durante la vida fetal a la polución ambiental puede traer problemas de la fertilidad masculina que incluso lleven a la esterilidad durante varias generaciones. Al menos, así ha sido ante la exposición de un fungicida de amplio uso en la agricultura, con el que se han realizado estudios con ratones.

El estudio observó que la exposición a este contaminante durante el desarrollo del embrión provocaba alteraciones en los genes relacionados con el desarrollo testicular y la fertilidad masculina y, sorprendentemente, la alteración se mantiene durante tres generaciones, aunque solo la primera haya estado expuesta a la contaminación. Por lo tanto, también los efectos perduran durante al menos tres generaciones, aunque la exposición solo se haya producido en la primera generación.

Los científicos alertan sobre la toxicidad de este fungicida y, en general, de tantos otros compuestos químicos que se utilizan en la agricultura y en otros ámbitos, incluyendo el doméstico o el industrial, pues incluso a niveles más bajos de los que se consideran seguros se observan efectos adversos. De hecho, en el estudio se utilizaron dosis muy inferiores a las consideradas “sin efectos adversos observados”, según el índice de toxicidad NOAEL.

Mientras el índice NOAEL señala que a un nivel de 12 miligramos por kilo de peso y día no se han observado efectos dañinos, el estudio ha encontrado los citados efectos adversos con un nivel de 1 miligramo por kilo de peso y día. Es decir, bastó una doceava parte para provocar una modificación epigenética (un cambio temporal que, en este caso, se produjo durante tres generaciones) que sin embargo no alteró las secuencias de las bases en el ADN.

La investigación es una importante contribución al estudio de la “memoria transgeneracional de enfermedades”, sobre todo de las que transcurren durante el desarrollo del embrión. Futuras investigaciones pueden seguir profundizando en ello poniendo a prueba otras sustancias potencialmente dañinas.

El efecto protector de la lactancia materna

Los efectos nocivos provocados por las partículas contaminantes desaparecen en bebés amamantados con leche materna durante sus primeros cuatro meses de vida, según un estudio publicado por la revista científica Environment International.

Amamantar
El estudio se inició en 2006 y sigue abierto. En él se analizan las muestras tomadas a 638 mujeres embarazadas y a sus bebés, que ahora son niñas y niños de ocho años. Todos ellos son habitantes de los valles del Goierri-Alto y Medio Urola, una zona de Guipúzcoa que se caracteriza por ser especialmente complicada, pues en ella se donde a la actividad rural se le suma una intensa actividad industrial (once industrias siderometalúrgicas) y el paso de la carretera Nacional.

En la zona se observó una elevada concentración de partículas neurotóxicas en suspensión de menos de 2,5 micras (PM 2,5), tan pequeñas y ligeras que se expanden por todas partes y es fácil inhalarlas. Es decir, llegan fácilmente a las zonas residenciales, y en este caso se componían de plomo, arsénico y manganeso procedentes fundamentalmente de la actividad industrial y el tráfico. Por último, en las zonas urbanas las partículas contaminantes proceden sobre todo del tráfico, por lo que su composición sería diferente.

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