Ideas divertidas para reciclar cremalleras

Reciclaje de cremalleras
Las cremalleras son como esos náufragos que se salvan in extremis. A menudo acaban acumulándose en los cajones o en cajas metálicas tras librarse de la basura, a la que sí van las prendas que las llevaban, como pantalones, faldas, bolsos y demás ropa o accesorios.

¿Eres de los que salvan cremalleras? Entonces lo suyo sería rescatarlas también del olvido y ponerlas a funcionar, arriba y abajo, de un lado a otro…. Y sí, es cierto, parecen algo inservible más allá de sustituir a otras rotas, pero no es así. Nada más lejos de la realidad. Sus posibilidades son casi infinitas.

En realidad, no es tan difícil inspirarse. Observémoslas con otros ojos: vemos que son de distintos colores, formas y longitudes, flexibles, versátiles, que pueden emplearse como unión y como todo lo contrario, crear una abertura, abriendo una ventana a algo inesperado… Sin duda, todo un aliciente para las mentes que buscan inspiración para sacarle punta al reciclaje creativo.

Lo interesante de las cremalleras es que podemos hacer proyectos interesantes de forma sencilla incluso disponiendo de una sola. Las ideas más atrevidas se convierten en ocasiones en todo un acierto, y el caso de las cremalleras no es una excepción. Eso sí, en función del número que tengamos, de sus colores y de nuestra imaginación, el resultado puede resultar inesperado, práctico y, sea como fuere, a la postre realmente estupendo.

Ideas que inspiran

Unir pequeños contenedores es una solución socorrida y, al tiempo, muy resultona. Original y práctica y, podemos servirnos de la base misma de las botellas de plástico o de cualquier otro pequeño recipiente que encaje por tamaño y estética.

En la imagen que abre el post podemos ver cómo se han unido usando aguja e hilo, y, aunque también sería posible hacerlo con pegamento fuerte, coserla garantiza una mayor resistencia a la hora de usarlos como monederos o para guardar pequeños objetos. Además, si eliges contenedores transparentes no tendrás que abrirlos para saber qué hay en ellos, con lo que castigarás el mínimo la cremallera.

Coser cremalleras aprovechando al máximo su misma tela es una opción muy interesante si tenemos un buen montón. Ya sea mezclando colores o usando sólo tono, será fácil hacer un bolsito. Si la cremallera fuera tan larga como para no necesitarse más, algo difícil de conseguir si no se compra expresamente o se hacen bolsos pequeños, tipo monedero, abrirla significaría deshacerlo entero y volverlo a hacer al momento, con lo que la sorpresa está mas que asegurada. ¡Y ocupará mucho menos que un bolso plegable!

Otra opción es no dejar la tela a la vista y coserlas muy juntas (el bolso multicolor en la siguiente imagen es un ejemplo), con lo que podemos abrirlo por donde queramos y, como puede verse, el resultado no puede ser más chulo.

Reciclaje de las cremalleras
Enroscar sólo una de sus partes de forma artística, como si fuese una flor, puede ser una solución fantástica para convertir cremalleras rotas en adornos para el pelo, para la ropa o para accesorios como bolsos o cinturones, pongamos por caso.

El reciclaje creativo de camisetas viejas o simplemente aburridas será una apuesta por lo inesperado con la ayuda de una cremallera que permita descubrir un segundo fondo al abrirse, en el que aparezca una palabra, mensaje, un estallido de colores…

Y, cómo no, atrevámonos con la bisutería más original. Una simple cremallera de borde negro puede quedar preciosa como pulsera o brazalete si le cosemos una cadenita o cualquier otro pequeño adornito. Para este uso quedan especialmente bien las cremalleras pequeñas, que tienen un tirador bonito o el cierre en tonos dorados o plateados, pero a juego con los adornos que añademos.

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