El reciclaje creativo suele tener tiene ese puntito de locura que tanto gusta y, de hecho, puestos a buscar soluciones para dar segundas vidas a esto o aquello, a menudo el resultado es divertido.
Pero, como en todo, siempre hay grados, y puesto que la imaginación no siempre va de la mano de la diversión, en este post estamos dispuestos a encontrar algunas de esas ideas que consiguen los resultados más simpáticos.
Jugar con la sorpresa es una manera de hacerlo. Imaginemos, por ejemplo, que se nos ha estropeado un reloj de pulsera, o un reloj de bolsillo, o incluso que les faltan piezas y, en suma, tienen poca solución. En lugar de tenerlos olvidados en el joyero o en el fondo de un cajón, démosles una utilidad o simplemente un uso que haga sonreír a los demás.
En ambos casos podríamos, entre otras cosas, convertir el reloj en un marco de fotos. En lugar de llevar un camafeo o, en versión moderna, un fondo de pantalla con la foto de nuestro chico, famoso o personaje favorito, pongamos por caso, introduzcamos una foto suya debajo del cristal. ¡Sin duda será tema de conversación!
Y, si además consigues un acabado bonito, es decir, hacerlo con gusto, no sería de extrañar que marcases tendencia entre tus conocidos y amistades o, por qué no, en la red, y acabar siendo viral…
Fuera de bromas, sea cual sea el proyecto, la clave no es otra que ser originales y conseguir un resultado que haga sonreír. Otra opción, como ya vimos en un anterior post, reciclando pelotas de tenis inservibles con las que fabricar desde un original colgador de trapos hasta una pequeña percha para guardar las llaves…
Juega con la ropa
La ropa es otro filón a la hora de hacer un reciclaje con chispa. Será la mar de divertido convertir jerseys, camisas y camisetas, incluso faldas o vestidos en decorativos cojines. Como puede verse en la siguiente imagen, los resultados pueden llegar a ser increíbles.
Reutilizar la ropa mezclando prendas es otra manera de poner color a nuestra vida. Si bien es cierto que la línea que separa lo ridículo de lo estiloso es muy fina, actuando con sentido común no hay nada que temer.
Alargar faldas vaqueras añadiendo la tela de un vestido de verano, adornar vaqueros o chaquetas con retales, quitar unas mangas aquí y coserlas allí, utilizar un peto para confeccionar un atreviso delantal, y con el resto hacer una bolsa reutilizable o un simpático bolso para ir a la playa…
O, por ejemplo, juega uniendo trozos de tela, incluso toallas siguiendo la técnica del patchwork. Será muy sencillo conseguir resultados divertidos y creativos solo con aguja e hilo.
Si nos relajamos y dejamos que lleguen las ideas descubriremos el poder del reciclaje doméstico para convertir un espacio anodino en un lugar alegre y positivo. ¡Son tantas las posibilidades!
Una bañera en el jardín
Por último, el jardín es un lugar propicio para atrevernos a ir un poco más allá en esto del reciclaje divertido. Será útil y simpático fijar una vieja chiruca en al tronco de un árbol para improvisar un nido o un comedero para los pájaros silvestres.
Un bidé, un inodoro o un lavabo, y también una bañera serán los protagonistas de cualquier rincón del jardín si los convertimos en maceteros o jardineras. Con sentido del humor, casi todo es posible. Cambiemos el uso, el lugar, el color, añadamos esto o aquello… ¿Y, qué tal si convertimos unas botas de agua o unos neumáticos pintados de vivos colores en macetas o unas bombillas en unos graciosos muñecos barriguditos? ¡La imaginación al poder, y a por todas con una gran sonrisa!