El diseño de accesorios puede llegar muy lejos en cuestiones de salud y este es un claro ejemplo. En concreto, nos ayuda a respirar de forma más saludable en ambientes contaminados y para ello adopta la forma de una estilosa bufanda.
Se la ha bautizado con el nombre de «Wair» y Caroline Van Renterghem es la madre de la criatura. Todo un invento que busca aunar moda y salud, ideal para entornos urbanos polucionados, en los que respirar es un peligro que bien puede catalogarse de auténtica insalubridad.
Un curioso invento
Más allá de lo peculiar que resulta esta bufanda anti contaminación, es importante centrarse tanto en el hecho de su aparición como en su utilidad práctica. Con respecto a que haya surgido, resulta realmente significativa la aparición de una prenda como ésta.
No en vano, el problema de la polución del aire en las ciudades es un problema tremendo, sobre el que empezamos a concienciarnos. Lógicamente, la aparición de este accesorio no solo implica la búsqueda de soluciones ad hoc, sino que también obedece a la demanda de un consumidor cada vez más crítico.
Se trata, por lo tanto, de un gesto o demostración de que una actitud favorable a lo ecológico, en cierto modo también relacionada con el activismo. Un accesorio, en suma, que viene como anillo al dedo al urbanita concienciado con el problema de la polución ambiental, que quiere soluciones que ayuden a respirar un aire más puro, y a la vez dejar patente su compromiso ambiental.
¿Pero, como es este invento, en qué consiste exactamente? La bufanda pretende disminuir el efecto de la contaminación del aire mediante la filtración de la contaminación.
De este modo, se busca filtrar la contaminación para así controlar la calidad del aire para su usuario en particular. Una solución ingeniosa que surgió de la mente de Renterghem cuando se vio en la necesidad de contar con algo que le ayudase en estos menesteres.
La joven cuenta que la diseñó después de contraer una infección en los pulmones mientras practicando ciclismo en la tan hermosa como polucionada capital gala. Fue así como, con el fin de protegerse a sí misma, optó por el uso de las típicas mascarillas.
Como es fácil imaginar, la máscara no le resultó cómoda y su creatividad se puso en marcha. Como resultado, inventó esta bufanda tipo pañuelo que debe ajustarse cuando una app que la acompaña lo aconseja.
El reto fue, según explica, encontrar el modo de que se ajustara bien a la piel sin irritarla. Así, cuando la app detecta contaminación la aplicación se activa y sugiere colocarse la bufanda, que puede llevarse perfectamente en bici, como era lógico tras la experiencia de su creadora.
Que el aire contaminado es perjudicial para la salud humana no es una desagradable sensación, un disconfort o molestia, sino una evidencia científica que demuestra su gravedad. Según la Organización Mundial de la Salud, cada año millones de personas mueren a consecuencia de la polución ambiental.
Un reciente estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) define la polución ambiental como una “emergencia de salud pública mundial”. En él se ofrecen cifras tras un análisis sobre los efectos letales de la mala calidad atmosférica, centrándose en los fallecimientos provocados. Concretamente, esta clase de polución ocasiona en el mundo la muerte de unos siete millones de personas.
Es decir, muchas de las muertes totales a nivel mundial son el resultado de la contaminación del aire, lo que significa que podrían evitarse. Además, está probado que afecta de forma especial a enfermos, personas convalecientes, niños y ancianos.