Los alimentos integrales, mejor ecológicos

Pan integral
La fibra que aportan los alimentos integrales es beneficiosa para la salud, aunque no todo son ventajas. Además de aconsejarse no sobrepasar determinada cantidad de fibra diaria, el grano completo que no procede de cultivo ecológico contendrá restos de pesticidas, ya que es la parte exterior y, por lo tanto, donde se acumulan.

En efecto, aunque el uso de cereales refinados es común en la elaboración de un sinfín de alimentos, como pastas, panes, arroz, repostería, harinas, etc., su color blanco o claro y su agradable textura no aportan tantas ventajas para la salud como los integrales.

Como es sabido, el uso tradicional de las harinas integrales fue desplazado por las harinas refinadas, y actualmente vuelve a aumentar la demanda de lo integral, dentro de la tendencia de vida sana que ha puesto de moda la comida ecológica y también su uso en dietas adelgazantes.

Mismas calorías y más nutrientes

Sin embargo, el pan, pastas o cualquier otro producto integral tiene más o menos las mismas calorías que su equivalente hecho con harinas refinadas. La diferencia la encontramos, por un lado, en la fibra dietética que incluye, y por otro, en que aporta más nutrientes, y éstos se incrementarán todavía más si son cereales bio.

A este respecto, un nuevo estudio que analiza 363 investigaciones sobre la conveniencia de los alimentos bio concluye que el tipo de agricultura determina que sea más o menos saludable. En concreto, se encontraron significativos niveles de antioxidantes y menores índices de metales pesados y pesticidas que en los convencionales.

Por contra, el refinado empobrece los cereales, pero al mismo tiempo evita que ingiramos la parte de los cereales más expuesta a los pesticidas. En este aspecto, el pan blanco o cualquier otro alimento que contenga cereales descascarillados sería más saludable que el pan integral no ecológico.

Integral no significa biológico

Es importante tener claro que igual que el concepto de «natural» no es sinónimo de «ecológico», que un producto sea «integral» no significa que proceda de la agricultura bio. Así, un producto integral puede ser o no bio, y del mismo modo, que sea bio no significa que haya de ser integral, necesariamente.

Cereales integrales
Nos encontramos que, por ejemplo, un pan ecológico puede ser integral o refinado, y en ambos casos sus ingredientes serán bio. Del mismo modo, un pan integral será bio sólo cuando las harinas lo sean, independientemente de que sea integral. A parte de no contener restos de pesticidas o de hacerlo en cantidades mínimas, los cereales biológicos se han cultivado sin recurrir a fertilizantes artificiales ni a semillas transgénicas.

Además, suelen seguirse una serie de prácticas de cultivo más sostenibles, por lo que no sólo cuidamos de nuestra salud, sino que también ayudamos al medio ambiente. Sin embargo, hay que tener presente que la certificación bio no significa total ausencia de pesticidas, pues existe una cierta permisividad normativa que no permite asegurar que así sea. Aún así, los niveles son mínimos.

El pan negro no siempre es integral

Por otro lado, no hay que dejarse llevar por las apariencias. En muchas ocasiones se emplean maltas y otros colorantes, como los siropes e incluso productos químicos para dar color al pan. La moda de lo integral ha hecho que proliferen este tipo de productos, bien sean pastas, panes, pasteles y demás productos que contienen cereales.

Leer los ingredientes y buscar la certificación ecológica es el mejor modo de prevenir este tipo de fraudes o, si se quiere, de confusiones o ambigüedades. En muchas ocasiones, este tipo de prácticas suelen ir acompañadas de un exceso de aditivos y grasas. Por último, tengamos en cuenta que hay cereales que, como el centeno, tienen un color más oscuro que el del trigo, por lo que incluso cuando están refinados son oscuros.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *