Polución en la ciudad: consejos prácticos para una vida más verde

Como protegerse de la polucion urbana
Vivir en la ciudad tiene un sinfín de ventajas, pero el acceso a la naturaleza brilla por su ausencia, como es sabido. Sin embargo, siempre hay mejores y peores costumbres, trucos y modos de vivir que consiguen minimizar el problema de cara a proteger nuestra salud y bienestar.

¿Pero, cómo hacerlo? Mucho me temo que habrá que descartar la opción de no ver, no oir y no decir respirar, como hacían los tres monos sabios de la famosa leyenda japonesa. La idea es otra: vivir normalmente, respirando a pleno pulmón, sin tener que llevar tapones en los oídos ni taparnos los ojos para no saturar la vista con tanto hormigón. Es decir, vivir sin renunciar a una vida urbanita, pero intentando que la salud y calidad de vida se resientan lo menos posible.

Ver más verde: escapar del asfalto

En las ciudades no sólo importa la rapidez en las comunicaciones, la cercanía al trabajo, las interacciones o la accesibilidad a un sinfín de servivios. Si deseamos hacer la diferencia, simplemente pensemos diferente, valoricemos los jardines, parques, zonas verdes y arbolado a la hora de decidir qué trayecto o qué recorrido realizar.

En lugar de tomar la calle principal o la autovía, quizá no sea tan gravoso dar un pequeño rodeo y así poder atravesar una zona verde o una calles menos transitadas e incluso optar por caminar o por la bicicleta. Muy probablemente sólo nos suponga unos minutos más y, a cambio, obtengamos un mayor bienestar.

Del mismo modo, por las noches hemos de protegernos de la contaminación lumínica pues, por desgracia, la iluminación urbana rara vez respeta el ecosistema nocturno. Eso sí, siempre sin que ello se traduzca en sensación de inseguridad.

Contra la polución acústica

La contaminación acústica nos perjudica más de lo que creemos. Más allá de la simple molestia, es una fuente de estrés que afecta a nuestro equilibrio psíquico e incluso tiene efectos en la salud. Librarnos de ella no es fácil, en ocasiones imposible, si bien se recomienda utilizar tapones de oído o auriculaers para evitar la pérdida de audición cuando la cercanía a la fuente de ruido es inevitable.

Consejos para protegerse de la polucion urbana
A su vez, la vida en la ciudad invita a ser más ruidoso, de algún modo. En este sentido, no sólo hay que evitar los lugares o actividades en las que se produzcan mucho ruido sino que también es fundamental no hacerlo. Se trata de un comportamiento cívico que da ejemplo, contagia y al mismo tiempo ayuda a crear un entorno más silencioso. Entre otros ejemplos, apagar el motor del coche o moto cuando no esté usando, no utilizar el claxon de forma injustificada o utilizar la bicicleta son maneras de reducir la cantidad de contaminación acústica.

Respirar mejor

Evitar la polución del aire, el eterno problema de las ciudades, no es sencillo, sobre todo si se vive en determinadas áreas. Sin embargo, hay claves que debemos conocer para intentar sortear los picos de mayor contaminación. Entre otros consejos, conviene conocer los momentos máximos de polución, que varían en cada ciudad, para saber cuándo conviene airear la casa, salir a hacer deporte o, por ejemplo, a pasear. Conviene estar informados al respecto, por lo tanto, para organizar mejor nuestros horarios y actividades.

En general, conviene ventilar la casa o a primera hora de la mañana o a última de la noche, excepto si se padece alergia al polen, pues los intervalos entre las 5 y las 10 de la mañana y las 7 y 10 de la noche registran una mayor concentración. Conjugando ambos elementos, se recomienda reducir las actividades al aire libre y mantener las ventanas cerradas en función de estas variables en función de la estación y del punto geográfico donde se ubique la ciudad.

Por supuesto, se ha de evitar al máximo la proximidad a las vías con más tráfico o a áreas industriales, ya se acceda a ellas a pie o en coche, teniendo siempre en cuenta que la polución del aire es un cóctel de partículas en proporción variable, producidas por la industria, la calefacción, el tráfico rodado, los productos químicos procedentes de insecticidas, ambientadores o limpiadores. Es por ello que debemos protegernos tanto en ambientes interiores como en el exterior.

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