¿Quién es Monsanto?

Monsanto no es alguien. Es algo, es decir, no se trata de una persona física, sino jurídica. Concretamente, los alimentos transgénicos son el grandísimo negocio de Monsanto, una empresa química transnacional que controla prácticamente todo el mercado mundial de las semillas genéticamente modificadas y de los herbicidas, entre otros productos agrícolas.

Fundada en Misuri en 1901 por John Francis Queeny, un experimentado químico de la industria farmacéutica, bautizó a la compañía con el nombre de soltera de su mujer, apellidada Monsanto. Desde entonces, ha llovido mucho. Se ha pasdo de la producción de sacarina, plásticos y resinas a los herbicidas (1976), y cinco años más tarde entraría en el mundo biotecnológico.

Actualmente, la principal actividad de Monsanto son los transgénicos y son muchas las críticas que recibe de parte de ambientalistas y demás personas concienciadas con una alimentación que no comprometa la salud.

Pros y contras

Se le acusa de llevar a cabo una perjudicial actividad como corporación agroquímica con una tremenda influencia en todo el mundo, pues su actitud no es todo lo ética que debiera, ya que compromete la seguridad alimentaria con una modificación genética de alimentos que, al tiempo, asfixia a la agricultura tradicional.

Son frecuentes los litigios, las movilizaciones y las manifestaciones multitudinarias contra las semillas transgénicas de Monsanto. Sus detractores afirman que sus productos perjudican seriamente el entorno natural, la agricultura y a los mismos consumidores.

Sus defensores, sin embargo, afirman que la biotecnología es un arma que no puede dejar de aprovecharse. Aseguran que resulta poco menos que infalible para aumentar la productividad en todo tipo de lugares, con lo que ello supone para mejorar las rentas de los agricultores. A la vez, se le considera un fantástico remedio contra la carencia de alimentos, el principial problema que habrá de afrontar en breve la superpoblación mundial.