La sal de cocina que conocemos suele ser refinada y estar adulterada a través de la adicción de productos químicos. Aunque nos parezca que simplemente se ha dejado evaporar el agua para obtenerla y luego simplemente se ha envasado, añadiendo yodo o flúor sintéticos en alguna de sus variedades, la realidad es muy otra.
Así, si bien en esencia la sal es un mineral natural, lo cierto es que suele ser sometida a tratamientos posteriores para intensificar su sabor, color o para evitar que se apelmace. Es por ello que, aún procediendo del la naturaleza, no siempre cumple con los requisitos necesarios para que pueda considerarse ecológica.
Sal marina sin refinar
Como ocurre con tantos otros alimentos y artículos pretendidamente ecológicos, se utilizan las palabras natural en el etiquetado o en el envase, lo que no significa que la sal sea ecológica. Como mayor y casi única garantía, se ha de buscar el certificado oficial correspondiente, que en la sal suele ser bien Ecocert o el conocido logo verde de la Unión Europea.
La sales ecológicas cristalizan por la acción del sol y su obtención se realiza con métodos que buscan garantizar su pureza y no están adulteradas. Básicamente, carecen de contiene productos químicos de síntesis ni antiaglomerantes, y es precisamente esa pureza la que garantizan los certificados ecológicos.
En resumen, una sal ecológica será una sal no refinada y no lavada, tendrá un color menos níveo que la sal convencional, -no sólo por no estar refinada sino porque puede mezclarse con la arcilla sobre la que ésta se coloca en las eras- carecerá de aditivos y sus cristales serán de tamaño más grueso que aquella, aunque también es posible encontrar sal ecológica molida, de grano fino.
Flor de sal
También se comercializan con hierbas de distinto tipo, en cuyo caso la sal será ecológica y, por lo tanto, podremos encontrar el logo bio en el producto, sólo si tanto éstas como la sal son orgánicas. O, por ejemplo, existe una variedad conocida como flor de sal, muy blanca, ya que se forma en la superficie del agua que se acumula en las salinas, antes de evaporarse.
Sus beneficios ambientales son muy interesantes, pues ayuda a mantener el equilibrio ecológico de la zona donde se encuentran la salinas, en muchas ocasiones en parques naturales. Se trata de una variedad que suele comercializarse como producto gourmet, es más pura y por ello se necesita menos cantidad. También se disuelve con especial facilidad y suele utilizarse para aliñar ensaladas o platos cocinados cuando se sacan a la mesa, una vez han pasado por los fogones.
Por otra parte, la sal ecológica es más rica en oligoelementos y sales minerales, por lo que se trata de un alimento en teoría más saludable que la típica sal de mesa. Aún así, hay que tener en cuenta que se trata de un alimento problemático, sobre todo para personas que padecen retención de líquidos, hipertensión y otras muchas patologías.
Sal de roca o de montaña
La sal de roca es similar a la marina, y quizá más pura, pues procede de los sedimentos que dejaron los mares en las rocas hace millones de años. Ahora, esos depósitos de sal compactos puede extraerse de entre otras rocas, entre las que se introduce y, en ocasiones, el agua la arrastra y hace que salga al exterior, procediéndose como si de una salina marina se tratara.
Entre otras, es muy popular la sal de roca procedente del Himalaya, con el pequeño inconveniente de que no contiene yodo, por lo que sería necesario seguir usando la sal marina o, por ejemplo, un suplemento en función de las necesidades de cada persona.
Muy importante el conocimiento de las diferencias en sus características de la sal ecológica y la sal refinada, las ventajas para la salud humana de lo obtenido de forma natural versus lo artificial-
Cuanto desconocimiento en este articulo, las sales que se venden como ecologicas estan refinadas, repito, todas, incluso la sal rosa del himalaya va refinada. por favor documentese antes de escribir.