Sencillos consejos para una Navidad más verde

Arbol navideno y regalos
La Navidad es multicolor, pero sobre todo priman los tonos rojos, verdes y dorados. Si estas fiestas queremos hacerle al planeta un bonito regalo, nuestro objetivo será lograr que el verde del tradicional abeto sea también el color de la sostenibilidad.

Yendo a lo práctico, la poesía debe traducirse en hechos concretos. Como suele decirse con acierto, «obras son amores», y es lo que al final importa. Precisamente por ello, en este post te damos ideas para que el espíritu de la Navidad no acabe pasándole una factura tremenda al medio ambiente.

Son consejos fáciles de aplicar, que se traducen en una menor huella de carbono durante estos días de paz, amor y, si nos lo proponemos, también de solidaridad con el entorno. Nuestro hogar, al fin y al cabo.

Algunos consejos e ideas

A la hora de vivir estas fiestas lo suyo es cuidar la decoración de la casa o del lugar de trabajo, hacer regalos, comer más y mejor que normalmente, viajar para reunirnos con nuestros seres queridos o para hacer una escapada navideña…

Traducido a huella ecológica, son actos que pueden convertirse muy fácilmente en una auténtica pesadilla para el planeta. Ser conscientes de ello es haber dado un gran paso, quizá el más importante. ¿Pero, y aquello de obras son amores? Lo cierto es que pasar a la acción implica estar concienciado.

Los pasos que podemos dar a partir de esa concienciación son muchos, tantos como nos permita la situación y nuestro magín. No siempre hemos de intentar el todo o la nada. Los gestos ecológicos pueden serlo más o menos, y optar por contribuciones modestas también tiene su valor.

Es decir, renunciar al avión no tiene por qué significar quedarse en casa o cambiar de planes radicalmente. Las alternativas al transporte sostenible son muchas, y pueden servirnos tanto para llegar al mismo destino como para organizar un viaje paralelo más sostenible, que nos haga la misma o incluso más ilusión.

En los capítulos del regalo o de la decoración tenemos un sinfín de oportunidades para tener gestos eco-amigables sin dejar de vivir estas fechas intensamente. Por ejemplo, decoremos de forma minimalista, customicemos las guirnaldas del pasado año, hagamos manualidades de reciclaje, apostemos por un árbol de navidad DIY, juguemos con la magia de las velas para crear una atmósfera navideña…

Optemos también por regalos creativos o elijamos aquellos que tengan una menor huella de transporte, estén fabricados con materiales sostenibles y/o envueltos con papel de regalo reciclado o reutilizado.

La comida es otro de los aspectos más a tener muy en cuenta. Lógicamente, desde el momento de comprarla. De nuevo, no se trata de que los productos sean ecológicos, aunque si lo son, tanto mejor. La sostenibilidad también se refiere hacer un consumo responsable que implica la compra de pescado y marisco sostenible, pongamos por caso.

Adorno navideno
Nos vendrá bien aprender y poner en práctica algunos trucos y consejos para no tirar comida a la basura. Pero, sobre todo, intentemos adaptarlos a nuestras necesidades y preferencias, incluso creando otros que realmente nos funcionen.

El objetivo no es otro que conseguir resultados cotidianos en distintas acciones que, tras interiorizarlos, podamos realizar de forma espontánea, casi sin darnos cuenta.

Al hacer las compras, por ejemplo, llevemos bolsas de tela, la mochila o cualquier otra que nos ayude a usar un mínimo de bolsas desechables.

Ser flexibles, imaginativos, creativos y positivos, en suma, es garantía de que, decidamos lo que decidamos, el resultado tenga más posibilidades de acabar siendo un gesto verde. Como decía Ortega y Gasset, somos nosotros y nuestras circunstancias, con lo que hacer lo posible es ya todo un triunfo.

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