Tesla da un paso más para popularizar la energía solar

Tesla SolarCity
El objetivo: dar un paso más para alcanzar una meta hoy tan lejana como la universalización de la energía verde. Los protagonistas, Tesla y SolarCity, dos empresas orientadas a este objetivo, y el quid de la cuestión va más allá de la compra de ésta por aquella.

Que Tesla haya comprado SolarCity, en efecto, significa sobre todo que Elon Musk, -el empresario fundador de Paypal, Space X y Tesla Motors-, ha avanzado un paso más en su quizá no tan imposible deseo de popularizar la energía eléctrica solar.

Objetivo: acabar con las energías fósiles

SolarCity, como indica su nombre, es una empresa de energía solar que presta sus servicios, con la particularidad de que sus fundadores son Lyndon y Peter Rive, primos de Musk. Pero no solo eso, porque éste también es su mayor accionista.

Más allá de la anécdota, y teniendo en cuenta que la compra no se completará hasta finales de año, nos importa el significado que tiene esta adquisición de cara a sumar recursos en la dirección apuntada.

De hecho, si la operación finalmente se completa, Musk prevé que las instalaciones solares de SolarCity pasen a formar parte de la división energética de Tesla.

Con ello se pretende avanzar en la autonomía energética que Musk persigue en clave de revolución mundial. «Estaríamos en posición de maximizar y aumentar las competencias centrales de ambas compañías», puede leerse en el blog corporativo de Tesla.

En la práctica, el objetivo es utilizar la energía «de la forma más eficiente y sostenible posible» en todos los ámbitos posibles. Desde el ámbito automovilístico, para lograr una movilidad más sostenible, hasta en el hogar, las empresas o los comercios.

Como suele decirse, obras son amores. Las ideas y las metas son muy loables, pero los hechos son los que al final cuentan. A este respecto, Tesla va haciendo sus deberes, y con nota.

Tal y como os contamos, sus baterías de uso doméstico buscaban hacer accesible la energía de forma continua y a bajo coste, acabando con los típicos problemas de almacenamiento que acaban haciéndonos dependientes de la red eléctrica.

Musk Exon
Al margen de normativas poco amigables, como la española, la idea de facilitar la obtención de generar energía limpia a demanda (para cubrir necesidades habituales) se había hecho realidad. Eso sí, también es cierto que no resulta demasiado económica y que, por otro lado, la independencia energética no venía acompañada de independencia de datos, ya que el sistema se controla desde una central que opera a golpe de Big Data.

Sea como fuere, desde el año pasado ofrece sistema de almacenamiento energético en dos modelos, uno para hogares y una segunda versión pensada para satisfacer las mayores necesidades de las empresas. Son dos productos que se enmarcan en el proyecto Tesla Energy, orientado de forma explícita a acabar con la dependencia de los combustibles fósiles.

Aunque pueda usarse como auxiliar, sobre todo se concibe como un instrumento que permita emanciparse de la red eléctrica. Y, de igual modo, con el fin de «transformar totalmente la infraestructura energética mundial para que sea sostenible y así minimizar las emisiones de carbono«, este verano abrirán una gran fábrica de baterías en Nevada.

Este último proyecto está más enfocado a fabricar automóviles eléctricos a los que pueda acceder todo el mundo. Se entiende, todo el mundo que pueda pagarlos, lógicamente, si bien consiguiendo unos precios mucho más accesibles que los actuales.

Es decir, se pretende que dejen de ser un producto de consumo prohibitivo. En los próximos años veremos en qué acaba esta aventura maravillosa con hambre de revolución, que tiene mucho de utópico pero también otro tanto de realidad.

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