Tres consejos para pasarse al verde sin arruinarse

Huella de carbono
Pasarse al verde es ahorrar. Debería serlo, al menos. Sin embargo, la realidad suele ser muy otra. La tendencia de pasarse al verde ha convertido lo ecológico en moda, y al mercado no le ha pasado desapercibido el tirón que tienen los productos y servicios verdes.

Como resultado de ello, lo ecológico supone un plus que nos vacía el bolsillo. Sobre todo, si nos dejamos llevar por la fiebre consumista, por otra parte tan enraizada en nuestra sociedad.

Simplemente, piensa en verde

¿Pero, es necesario pasar por el aro? ¿Pasarse al verde significa pasar por caja más a menudo y dejando más dinero que antes? No necesariamente. En este post te damos tres sencillos consejos para que pasarte al verde no sea un drama para nuestra pequeña economía doméstica.

1. Haz de las tres erres tu lema: Para ayudar a un buen enfoque de tu recién estrenada actitud verde, guíate por las tres erres. Es decir, cuando tengas dudas sobre qué comprar y a qué precio, no olvides primar los conceptos de reducir, reutilizar y reciclar.

Por ejemplo, si la carne bio es más cara, aprovecha y revisa tu dieta. Si comes más carne de la recomendada o tipos de carne que se consideran poco saludables (carne roja o carne procesada), ajusta y corrige estos desequilibrios. Puedes aumentar las proteínas vegetales.

Te lo agradecerá la salud, tuya y también del planeta, así como tu bolsillo, y lo mismo puedes hacer con otras muchas cuestiones, como la limpieza del hogar o el cuidado personal. Pensar en verde desde un punto de vista sano y sostenible hará la diferencia.

2. Sé selectivo, céntrate en lo importante: Si lo ecológico para ti es salud y cuidado ambiental, adelante con ello, descarta el enfoque gourmet. Buscas salud al mejor precio. Déjate guiar por ello en tus decisiones.

Por ejemplo, si hay sustitutos caseros no compres formulaciones comerciales basadas en vinagres y bases lavantes biodegradables. Hazlo tú, es más fácil de lo que parece. Inspírate en lo que veas y vívelo como una interesante experiencia…

Otra manera de no gastar de más es optar siempre por lo imprescindible, dejando a un lado lo accesorio. En alimentación, pongamos por caso, descarta los productos más elaborados si te suponen un gasto excesivo y céntrate en los ingredientes más básicos, como la harina para hacer pan o los vegetales con más pesticidas. Haz lo propio también con la cosmética, aprovecha las ventajas de los productos multiusos como el aceite de argán, el aceite de oliva, la mantequilla de coco, el jabón negro…

3. Sé práctico y acertarás: Aligerar la huella de carbono es una manera de pasarse al verde al alcance de todos. Eso sí, para hacer este cambio hay que cambiar nuestra mentalidad. Empieza por pequeños cambios eco-amigables que nos ahorran dinero.

Simplemente haz lo posible. Tu mente irá aprendiendo fórmulas que funcionan… Hay gestos verdes a nuestro alcance que no tienen excusa, como cambiar luces o al menos encenderlas menos, aprovechar más la luz natural, tender la ropa o, entre otras muchas, invertir en un buen electrodoméstico si tenemos uno antiguo porque sale a cuenta en la factura de la luz.

Mujer disfruta de la naturaleza
Juega a compensar, todo será más fácil. Si coges el coche intenta que sean distancias cortas, apuesta por la bici para ir al trabajo, planea vacaciones que no requieran avión. Se trata de ser conscientes de lo que podemos y no podemos hacer y transigir para que no resulte una fuente de estrés.

Si la actitud ha cambiado y se plasma en acciones reales habremos mejorado nuestra salud y la del planeta. Nos habremos pasado al verde. Si lo sabemos hacer bien ganaremos en todos los sentidos. Satisfacción, ahorro y riqueza interior.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *