Tres ventajas de los paneles solares

Paneles solares
La energía solar que se obtiene mediante el uso de los paneles fotovoltaicos ventajosa a nivel ambiental y económico. En este post vamos a repasar algunas de las principales ventajas ambientales, funcionales y monetarias que nos brinda la utilización de los paneles solares fotovoltaicos o térmicos.

Producir electricidad o calentar el agua a través del sol y, en concreto, a partir de células fotovoltaicas es un inventazo, qué duda cabe, pero no todo son ventajas. En este post, sin embargo, nos centraremos en ellas, en especial en aquellas propiedades o características que resultan positivas para el consumidor doméstico desde un punto de vista práctico.

Algunas de sus principales ventajas

A continuación, enumeraremos tres ventajas de esta energía sostenible, considerada por los expertos como la más limpia de las renovables. Conocerlas es una sencilla manera de acercanos a este tipo de energía y, si ya la conocíamos, también es un modo de valorar su conveniencia, al menos en un primer paso:

1. Es una energía verde: El concepto de energía verde abarca distintas ideas, desde su baja huella de carbono, con lo que supone un ahorro de emisiones de gases de efecto invernadero, hasta su carácter de renovable.

Se trata, en suma, de una fuente de energía local y renovable y, como tal, preserva el entorno, es sostenible, previsible y, a efectos prácticos, también infinita. Puesto que, además, no consume combustibles fósiles, no emite ninguna polución y se recupera en torno al 85 por ciento de sus desechos cuando acaban en la basura, puede considerarse ecológica.

Su durabilidad es superior a los veinte años (resiste a la intemperie gracias a la protección contra la lluvia, la nieve, etc.) y, como hemos apuntado, en comparación a otras energías renovables es una de las más limpias.

2. Es una energía barata: A nivel económico, la energía solar implica una importante inversión que luego acaba amortizándose y, al menos en teoría, la inversión necesaria para su instalación podría o, mejor, debería subvencionarse.

Su rendimiento está en torno al 17 por ciento. Por lo tanto, teniendo en cuenta todos estos factores, invertir en la energía solar es interesante financiera y ecológicamente.


3. Es una energía versátil: Mientras los paneles fotovoltaicos nos abastecen de electricidad, la energía solar térmica es idónea para calentar el agua, con distintos usos, como la climatización de piscinas (un uso ecológico solo en términos relativos), la obtención de agua caliente para la calefacción o para la utilización de agua sanitaria caliente en el entorno doméstico.

Además de la energía solar térmica o de los tradicionales paneles fotovoltaicos podemos, en lo que respecta a estos últimos podemos optar por otras alternativas, como las tejas solares o los paneles que se introducen en los mismos cristales de ventana.

Son soluciones innovadoras que buscan paliar uno de sus principales puntos débiles: la ocupación de espacio, un espacio que no siempre se tiene y en todo caso, puede resultar bastante antiestético. En este aspecto, con toda probabilidad son muchas las innovaciones que nos esperan, aunque el verdadero reto de la solar fotovoltaica está en otra parte, la mejora de su eficiencia, en lograr un aumento de ese 17 por ciento.

Quién sabe, esa versatilidad de la que hablamos también caracteriza a otras tecnologías o variaciones de aquellas que, fundamentalmente, buscan sacar buen jugo del sol mejorando la eficiencia y abaratando su coste, otro de sus talones de Aquiles.

Tal y como vimos en un anterior post, el futuro de la energía solar podría estar más allá de los paneles fotovoltaicos o térmicos y acabar convirtiéndose en una simple y mágica pintura que convierta cualquier superficie en un potente panel solar. ¿Ciencia ficción? Una realidad cada vez más interesante y cercana…

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