Coche ecológico que se comprime al aparcar


Ryan Chin es miembro del equipo de investigación de ciudades inteligentes del MIT Media Laboratory. Esta semana ha participado en el congreso EmTech, celebrado por primera vez en Europa. En concreto, en la ciudad andaluza de Málaga. El congreso está organizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y su revista, Technology Review.

El investigador, en colaboración con la Universidad de Vitoria, dirige un proyecto para poner en marcha, si todo va bien, en enero de 2011, el primer prototipo a escala real en España de un sistema de movilidad inteligente que usa coches ecológicos que se comprimen al aparcar y, por tanto, ocupan menos espacio. Este tipo de coches se quiere usar próximamente en media docena de ciudades del mundo, entre otras, las españolas Vitoria y Barcelona.

Ryan Chin, desde el MIT Smart Customization Group, trabaja en temas de protección medioambiental, eficiencia energética y beneficios de la personalización inteligente de productos. En Málaga, donde se ha celebrado el congreso, las autoridades también sopesan la introducción del sistema en la ciudad para reducir el tráfico y la contaminación.

La iniciativa presenta una flota de vehículos eléctricos ligeros, de tan sólo 450 kilogramos, que giran por completo sobre sí mismos gracias a unas ruedas robotizadas, y que se pliegan en vertical al aparcar. Más de cien expertos del MIT han trabajado en el desarrollo de estos vehículos desde 2003. El sistema se complementa con amplia red de estaciones de recarga de baterías desde las que, en sólo treinta minutos, recargan el coche por completo para y permiten que circule hasta cien kilómetros.

Ryan Chin piensa que este nuevo modelo de vehículo es rompedor y que va a disgustar a los fabricantes de automóviles. En su opinión, deberían cambiar la estrategia de negocio y pasar de la actual fabricación a la prestación de servicios.

Para los usuarios particulares el sistema funcionaría de forma similar al alquiler de bicicletas: desde la vivienda particular se desplazarían hasta una estación de transporte público, como ahora, donde estarían disponibles los vehículos ecológicos inteligentes, y también allí se dejarían tras su uso.

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