El modelito es raro, raro, raro, hasta mareante, pero sólo si lo miras de cerca. Y no es para menos, pues está hecho con muchos miles de etiquetas de plástico de pan de molde. Eso sí, a una distancia prudencial, sin acercarse demasiado, la novia da el pego, va de lo más elegante y, no pueden negarse, también original, quizás en demasía. Pero su gracia no está en lo que se ve. No, al menos, para su creadora, que no es otra que la misma contrayente de la ceremonia nupcial.
En un día tan especial, el vestido de novia no podía serlo menos. Un objetivo cumplido, sin duda, y lo suyo ha costado. Ni un año ni dos, sino la friolera de una década entera ha sido necesaria para ir reuniendo estas etiquetas, un trabajito en el que han colaborado familiares y amigos, pues de otro modo hubiera sido imposible conseguir materia prima suficiente con la que confeccionarlo.
SEGUIR LEYENDO «Vestido de novia hecho con miles de etiquetas de plástico»