En total, finalmente fueron presentadas 54 creaciones de ropa con la premisa principal de estar elaborada con materiales reutilizables, desde papel de periódico, plástico, latas de aluminio, bolsas de alimentos, discos de acetato, cajas de CD o naturaleza muerta, hasta telas o restos electrónicos. Cualquier objeto al que se le diera una segunda oportunidad era bien recibido. La consigna: un segundo uso para objetos que acabarían en los contenedores.

Las creaciones fueron diseñadas por un total de 34 jóvenes, desde los 12 a los 29 años. Entre los diseños, vestidos, accesorios, sombrillas, sombreros o calzado. Juventud, moda, originalidad y respeto por el medio ambiente se unieron en este peculiar concurso. Ecofashion es un concurso donde la moda y el medio ambiente convergen. Ojalá se repita en años sucesivos y sirva para trasladar esa conciencia ecológica a otros ámbitos de la vida.

El jurado de diseño estuvo compuesto por Marina Montemayor, del Departamento de Cultura del Agua de la JMAS, la Belleza Chihuahua, María Fernanda Carranza, y Filiberto Terrazas, subdelegado de Ecología, de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología.

La propuesta ganadora de la categoría de 12 a 16 años, fue la número 6, de Jessica Rivas Álvarez. De 17 a 23 años, el ganador fue el número 10, diseño de Luis Alan Valles. De 24 a 29 años, la número 4, de Vanesa Jáuregui.

En total, se repartieron 10.000 pesos a los ganadores entre todas la categorías. El evento se realizó en el teatro de la Ciudad (antes INBA), a donde acudieron jóvenes desde nivel secundaria hasta universitarios.

En Oseira compiten lanzando móviles usados. Los conciudadanos de esta localidad rescatan los viejos móviles de los cajones donde han quedado olvidados durante el año para participar en la competición: el «Concurso de lanzamiento de móviles», que, además de resultar muy divertida, finaliza con el reciclaje de los dispositivos.

La original competición se celebró por la tarde en el Campo de Casledo. El objetivo final, además de pasar un buen rato en compañía de los vecinos, según uno de los componentes de la comisión de fiestas, es que la gente llevara el mayor número de teléfonos móviles que sea posible para intercambiarlos por maquetas de teléfonos. Una vez finalizada la competición, Duatel, un distribuidor de telefonía móvil en Galicia, recogió los dispositivos y los envió a un proceso de reciclaje. El dinero que se consigue con el reciclaje se destina por completo para sufragar los gastos de las fiestas de Oseira.

La idea surgió a partir de la empresa Duatel, en la que trabaja un amigo de Tamara Prado, la impulsora y patrocinadora de este proyecto entre lúdico y ecológico. Hubo tres categorías, según las edades de los participantes. El juego consiste en encestar en una canasta el mayor número de veces posible, pero se lanza un móvil en vez de una pelota.

Cada móvil viejo que se depositaba en la urna daba derecho a cinco maquetas de teléfono con las que realizar los lanzamientos. También se podía pagar tres euros para seguir participando en el juego. Y es que la competición fue muy reñida y todos querían ganar.