Ideas para reciclar zapatos

Reciclaje creativo con zapatos
Reciclar zapatos puede ser una actividad creativa muy gratificante. Aunque nos parezca que unos zapatos viejos sólo pueden ir directos al cubo de la basura, hay muchas posibilidades para darles una segunda vida que nos resulte práctica en uno u otro sentido.

¿Que están demasiado viejos, que no huelen a flores, precisamente? Lo de los olores es algo más bien anecdótico, nada que un par de días a la fresca no puedan arreglar y, lógicamente, cuanto más destrozados estén más difícil será sacarles partido, pero igualmente podemos reciclar calzado que no nos solemos poner, que nos hace daño o, por ejemplo, que se ha quedado pequeño.

Renovando los zapatos

Aunque parezca que los zapatos son algo definitivo, que es como es, sin más, dándole al magín o siguiendo ideas geniales que otros han aplicado con éxito, comprobaremos que existen diferentes maneras de reciclar los zapatos dándoles un nuevo aire.

El color o decorarlos con pequeños objetos o purpurina son recursos socorridos que, sin embargo, pueden ofrecernos resultados espectaculares con un mínimo esfuerzo. Una opción consiste en renovar o transformar tus zapatos cambiándoles de color.

Lo más sencillo es tintarlos o pintarlos con cualquier pintura que no se diluya con el agua e incluso con pintauñas. Si los cubrimos con cola total o parcialmente, podemos dejar caer encima purpurina de colores, pegar botones de colores, añadir una bonita cadena, collares, pulseras, cuentas o cualquier pequeño objeto o accesorios que combine bien.

Zapatos reciclados con tela vaquera
Entre otros, quedarían genial retales, tiritas de encaje, cintas para forrarlas o añadiendo un pequeño trozo decorativo o para cubrir justo esa área que esté dañada. Lograremos un cambio radical simplemente poniendo otros cordones, bien tintándolos, sustituyéndolos con cintas de raso o haciendo una abertura en la punta para que se vean los dedos, con lo que serán más veraniegos.

Los zapatos de tela son idóneos para transformaciones con tinte convencional de ropa, pero si queremos utilizar una opción ecológica, también es posible encontrar tinturas naturales orgánicos. El vinagre y la sal nos ayudará a fijar los colores sin recurrir a químicos.

Sorprendentes usos

Si queremos convertir un zapato en un lienzo, simplemente hemos de buscar qué pinturas nos sirven para aplicar sobre su superficie, la necesidad o no de aplicar un fondo blanco o de cualquier otro color que sirva de base y, listo, simplemente restará atrevernos a hacerlo.

Zapatos reutilizados como maceta
Un bonito zapato de mujer decorado o sin decorar puede convertirse en una original lámpara de sobremesa. La iluminación será ambiental, tenue y sugerente… O, por qué no, podemos jugar con lo inesperado y convertir unas viejas chirucas en un jarrón de flores o en una maceta en la que plantaremos preferentemente plantas que necesiten poca agua, como cactus o plantas suculentas.

Reciclar chanclas y botas de agua

Las chanclas o botas de agua son los típicos calzados para el verano y el invierno, respectivamente, y ambos están hechos de materiales plásticos, a menudo de vivos colores, todo un reto para el reciclaje creativo que abre mil y una oportunidades de disfrutar y encontrar usos prácticos.

Imaginemos, por ejemplo, que tenemos delante un par de chanclas viejas o rotas. ¿Qué hacer con ellas? Es cierto que en el armario o en el zapatero ocupan bien poco, pero es una pena no darles uso cuando hacerlo sería tan sencillo como aplicar una ingeniosa idea, como recortar la suela y utilizarla como almohadilla para que los objetos decorativos no rallen las superficies o para transportar los muebles sin estropear el suelo.

Lavadas y bien lavadas, nuestro perro puede dar buena cuenta de ellas mordisquedándolas, siempre con precaución o, por qué no, construyamos un barquito y usemos la suela como base flotadora. O, en plan divertido y la mar de práctico, pueden hacer un buen papel como suelas para andar por casa si las colocamos dentro del calcetín.

Las botas de agua, por último, también son una interesante materia prima para hacer diabluras en el jardín, por ejemplo convirtiéndolas en atrevidas macetas que poner sobre el suelo o colgadas de la pared. Colcar varias juntas, de distintos colores, consiguen increíbles resultados para una decoración exclusiva que transforma cualquier jardín en un simpático espacio.

Artículo recomendado: Ideas para reciclar ropa.

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