Pedalear reporta muchos beneficios. No contamina y es una forma de ponerse en forma mientras uno se desplaza por la ciudad (o el campo). Pero pueden encontrarse otras ventajas. Ya vimos que se podía cargar el móvil desde la bicicleta. Ahora descubrimos otra posibilidad.
Se trata de una bicicleta que purifica el agua. El invento se llama Cycloclean y es un sistema de purificación de agua que funciona con la energía que proporciona el ciclista. Pedaleando diez horas al día se puede purificar la cantidad de agua que consumen unas 1.500 personas (unas tres toneladas).