Este proyecto está recorriendo todo el país sudamericano con el objetivo de concienciar acerca del cuidado del medio ambiente a los más pequeños. Para ello, apelan al lado lúdico y a las nuevas tecnologías. En otras palabras, tiene que ser irresistible para los chavales. En el juego, Juani, su protagonista, recorre la ciudad con una bolsa blanca y recoge los materiales que se pueden reciclar.
Si los desechos caen a las calles, los ensuciadores recobran la vida y se la quitan a Juani. El juego está diseñado por Javier Mateos, que pertenece a la citada ONG. La idea comenzó a formarse cuando comenzó una campaña de separación de residuos en Mar del Plata.
La idea de la ONG es promocionar el videojuego por todas las escuelas del país. Si los niños y los profesores apoyan la iniciativa se puede formar una generación entera que separe, recicle y reutilice, una generación sostenible. Según Mateos, el juego se ha basado en experiencias de otros países como Finlandia y Bélgica, donde los profesores enseñan el respeto al medio ambiente con herramientas propias para chicos.
El juego se puede instalar en un ordenador o, también, se puede jugar en línea. El objetivo es que tenga la máxima difusión. El funcionamiento es sencillo, basándose en movimientos sencillos que se manejan con los cursores de dirección y un par de teclas más.
La historia comienza en la cocina de la casa, el primer lugar donde hay que aprender a separar. De manera aleatoria, la madre o el padre comienzan a lanzar objetos y Juani tiene que atraparlos en la bolsa que corresponda.
Los siguientes niveles se desarrollan fuera de la casa, en la plaza y en la playa. La imagen que se ve en el juego es de la ciudad del Mar del Plata, aunque la idea es que cada municipio pueda poner su propia imagen para que los niños se sientan identificados. Se puede conseguir de manera sencilla con una herramienta de geolocalización.
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