10 curiosos eco gestos para gastar menos energía


Todos podemos reducir el consumo de energía en el hogar, y no siempre deja de hacerse por falta de voluntad. Aunque resulta de gran ayuda, tener buena predisposición y adoptar hábitos efectivos en el día a dia, no es suficiente. Sobre todo, si realmente estamos comprometidos con el clima y queremos conseguir unos resultados óptimos.

Ahorrarle un varapalo al planeta y hacer lo propio con nuestro bolsillo requiere ir más allá del las típicas actuaciones que normalmente se recomiendan. Porque más allá de recurrir a la iluminación de bajo consumo, de apagar las luces o los equipos cuando no se utilizan y otros lugares comunes hay un sinfín de eco gestos que podemos hacer.

Diez gestos fáciles y prácticos

Aprovechar todos esos eco gestos atípicos es clave para hacer la diferencia a largo plazo. Sumándolos todos, pequeños y grandes gestos, será fácil reducir la huella de carbono y también la factura de la luz de forma espectacular. Veamos algunos de ellos, centrándonos sobre todo en aquellos que puedan resultarnos más curiosos.

Todos ellos son trucos para ahorrar energía en el hogar, una misión que se logra pasito a pasito, sin prisa pero con pausa. Sencillamente, aprendiendo a adoptar nuevos hábitos para convertirlos en rutinas que no nos cuesten esfuerzo:

1. ¿Dónde tienes las cortinas?: Para que la calefacción no pierda rendimiento es importante controlar dónde están las cortinas. Si éstas están sobre los calefactores, algo habitual si son estufas murales, evitemos que los cubran y todo lo contrario con respecto a las ventanas. De este modo, el aire se calentará más fácilmente y las cortinas ayudarán a que el calor no se salga.

2. Da juego a tus persianas: Abrir y cerrar persianas, toldos, cortinas y contraventanas de forma inteligente a lo largo del día ayuda a aprovechar la luminosidad y el calor natural del sol, así como a evitar que la calefacción o aire acondicionado se salga.

3. ¿No usas la chimenea?: Si tienes chimenea, piensa en instalar una trampilla que poder cerrar cuando no la utilices, con el fin de evitar que se convierta en una chimenea de aire frío o caliente, según la temporada.

4. Calentar donde más estás: En lugar de encender la calefacción en toda la casa, evitar hacerlo en pasillos, en dormitorios, baños y en otros lugares donde no se está durante el día. La misma lógica puede aplicarse al aire acondicionado.

5. Usar madera seca: Volviendo a las chimeneas, además de recomendarse que no estén abiertas (también es tóxico) y la mencionada trampilla, es importante elegir madera que tenga alrededor de dos años y no haya estado expuesta a la humedad. De otro modo, perderemos rendimiento energético.


6. Productos frescos sin nevera: No todos los productos frescos requieren refrigerarse. Es el caso de los huevos o de la fruta. Informémonos al respecto y evitemos conservar aquello que sea innecesario en la nevera.

7. A la hora de comprar…: No solo hay que fijarse en la estética de un electrodoméstico, ya sea una tele, un ordenador, lavadora, secadora o aire acondicionado, pongamos por caso. Aunque los grandes electrodomésticos son los que más despilfarro suelen provocar, hemos de estar atentos no solo a lo que consume sino a sus prestaciones y tamaño. Ajustar la compra a nuestras necesidades y optar por los más eficientes será un doble triunfo.

8. Mantenimiento y limpieza: Además de elegir el aparato idóneo es clave su mantenimiento, tanto a nivel de revisiones como de limpieza. Por ejemplo, limpiar regularmente los filtros de la lavadora y lavavajillas nos ayudará a lograr una mayor durabilidad y un menor consumo energético.

9. No al ciclo de secado: En lugar de hacer trabajar al lavavajillas para que seque la vajilla, podemos ahorrar energía dejando que se seque con el aire del ambiente.

10. ¿De qué color son tus paredes?: Es bien sabido que el color de las paredes y superficies de todo tipo en el hogar, como muebles, puertas, suelos, cortinas o alfombras influye en la luminosidad lograda. Por lo tanto, utilice colores claros para potenciar la luminosidad y así lograr un doble beneficio: más luminosidad natural durante el día y artificial por la noche.

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