Diseños que impulsan a un comportamiento sostenible


Presentamos un proyecto de diseño que pretende hacer reflexionar sobre la relación del ser humano con los objetos que gastan energía. En realidad, quiere otorgar más poder al objeto, en este caso, una lámpara, y hacer a la personas dependientes de su luz.

Más allá, es una crítica al consumismo excesivo de nuestra sociedad. No hay que olvidar el consumismo desaforado es contrario a la sostenibilidad del planeta. Consumismo en su más amplio sentido. No sólo comprar unos zapatos que quizá no se necesiten y que, a la postre, se usarán nada más que en un par de ocasiones. El consumismo diario, el derroche de electricidad, salir de una habitación y dejar la luz encendida. Tan acostumbrados estamos a que una comodidad, como es la luz eléctrica e instantánea, esté ahí desde siempre, que hemos dejado de valorarla.

El proyecto consta de dos objetos. El primero es un conjunto de piezas de porcelana que impulsa a la persona a comer en un orden correcto. ¿No comemos más de lo que necesitamos? ¿Y, encima, mal? Mientras millones de personas mueren de hambre cada día, otras mueren por enfermedades relacionadas con la obesidad. ¿Es éste el mundo sostenible que queremos?

El segundo objeto es una lámpara que se autorregula (según la propia diseñadora, Petra Schmidt), una lámpara que restringe la cantidad de luz hasta un límite saludable, que se vuelve, poco a poco, más oscura. Con un mecanismo parecido al de un antiguo reloj de pared, con contrapesos, cuando el extremo iluminado alcanza su posición más baja, la luz se apaga automáticamente. Funciona así como un reloj de energía para el usuario, que medirá, sin casi darse cuenta, sus hábitos de consumo de electricidad.

La idea es que, con el tiempo, la persona que usa esa lámpara tome conciencia de que la luz está ahí y de la importancia de usarla con responsabilidad, sólo la encienda cuando realmente le haga falta. Y apagándola en caso de que no sea necesaria. Se persigue, pues, un cambio de comportamiento, una mayor eficiencia energética en un uso doméstico de un servicio que se usa cada día.

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