La mejor forma de reducir el gasto energético en dispositivos electrónicos es que cada aparato produzca su propia electricidad de forma autónoma. Si se echa un vistazo a cualquier casa, se puede comprobar que cada habitación tiene varias tomas a la red eléctrica. La dependencia es inevitable, muchos de los aparatos que se usan en la vida diaria necesitan un cable que los conecte a la red eléctrica: la tostadora, el horno, la aspiradora, la televisión, las máquinas de afeitar para ellos y las de depilar para ellas, los relojes digitales de la mesilla, la luz para leer por la noche. Desde que nos levantamos por la mañana hasta que nos acostamos por la noche no paramos de usar la electricidad. Gasto energético y el engorro que supone estar rodeado constantemente de cables.
Pero las compañías que fabrican aparatos electrónicos están trabajando para que, en un futuro no muy lejano, la situación cambie por completo. Ya hace unos años que muchos dispositivos informáticos no necesitan cables que los unas a la CPU del ordenador para funcionar. Son los dispositivos inalámbricos. Ahora se está trabajando en otra línea: dispositivos que generen su propia electricidad. No será necesario ningún cable, ni el que va a la red eléctrica ni el que va al ordenador. Se ahorrará energía y, además, se disfrutará de la comodidad de no enredarse con una maraña de cables.