El incivismo que perjudica el medio ambiente es criticado fácilmente, pero a la hora de contaminar son muchas las costumbres ciudadanas y maneras de hacer las cosas a nivel institucional y empresarial que resultan nefastas para el medio ambiente.
Son problemas en los que rara vez nos fijamos, pero que se convierten en un grave problema a largo plazo por las malas prácticas y permisividad que existe al respecto. Con el fin de cambiar las cosas y evolucionar hacia una sociedad más sostenible, en la que el desecho cero sea una meta cada vez más cercana, acaba de inaugurarse la primera «Maison du zéro déchet» (casa de cero residuos), a iniciativa de la asociación Zero Waste France.
Involucrar y concienciar a los consumidores
«Queremos inscribir el movimiento dentro de un enfoque permanente» dice Flora Berlingen, directora de la ONG. Más allá de campañas puntuales, que la asociación lleva haciendo desde sus inicios, hace dos décadas.
Con la inauguración de esta sede abierta al público gracias al dinero recaudado a través de la red, se busca concienciar sobre la importancia de la reducción de residuos. Pero sobre todo se trata de un punto de encuentro que permita trabajar de forma constante y multisectorial. En concreto, la asociación ha conseguido autofinanciar este local para su uso como lugar de reunión para los actores implicados, como son los ciudadanos y los emprendedores.
El local dispone de una boutique en la que se venden objetos cuyos envases son reutilizables. Su objetivo, de nuevo, es sensibilizar a posibles compradores, si bien la compra es en sí mismo un gesto poco ecológico, todo sea dicho. Por último, tanto la boutique como la sede en sí misma pretenden atraer ingresos a la asociación con el fin de mantener la independencia y no depender de subvenciones.