Algunos de los mejores diseños ecológicos parten de una sencilla premisa: reutilizar objetos para un uso diferente para el que fue fabricado en primera instancia. A partir de aquí, las posibilidades son infinitas en el diseño de mobiliario, en arquitectura, en diseño interior o exterior, etcétera. A continuación, se presentan tres diseños que siguen esta línea.
La primera de estas ideas es crear mobiliario de oficina con palets reciclados de obras o industrias. Lo ha puesto en práctica una empresa de diseño holandesa. Se usa un material reciclado y reciclable, como son los palets, y además orgánico, pues están compuestos de madera. Así mismo, según la disposición que adopten, se pueden crear diferentes estilos o tamaños, para diversos usos. Es perfecto, por ejemplo, para una oficina temporal.
La sala decorada con palets de madera tiene un aspecto abierto debido al espacio libre que queda entre las tablas de los mismos. Además de verde, el diseño es muy económico. La empresa he recibido premios por el diseño y numerosas revistas de diseño, así como páginas web, han hablado de ello.
Otro diseño original con materiales reutilizados surgió cuando la madre de un joven arquitecto llamado Sebastián Ramírez le pidió que diseñara y construyera un invernadero para el jardín de casa. Su presupuesto era escaso, así que se vio obligado a echar triple ración de ingenio. Con la inestimable ayuda de otra arquitecta amiga, Lidia Pardini, decidieron que el material más adecuado para construir el invernadero eran parabrisas de coches. Este material es fácilmente maleable, ofrecen las condiciones de luz y de calor que requiere un invernadero y es un material barato y reutilizado.
Para formar la estructura también usaron otros materiales reutilizados, como vigas y troncos. El invernadero tiene tres metros y medio de altura. Los parabrisas se sujetan a las vigas desde todos los lados con la ayuda de un clavo doblado.
El último diseño basado en el reciclaje utiliza cedés (no sabemos si por rayados o porque las canciones eran malísimas). El formato mp3 y los mini-reproductores han copado el mercado y los discos compactos sirven para poco más que para usarlos como posavasos. Pero los arquitectos Arielle Blonder, Guy Austern y Mushit Fidelman pensaron que era una pena tirarlos a la basura y diseñaron un original pabellón compuesto por miles de discos compactos. Con este diseño participaron en la competición TEX-FAB-REPEAT Digital Fabrication Competition, un concurso de diseño arquitectónico.
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