Esta ciudad está situada a 40 kilómetros de de Tianjin en China, siendo una iniciativa que está acometiendo el grupo Edisur y que se ha impulsado gracias a la colaboración de los gobiernos de China y de Singapur en materia de desarrollo de ciudades sostenibles. El diseño ha sido realizado por la firma de arquitectura Suburbana Urban Planning Group.
Este proyecto permitirá que China cuente con una ciudad completamente ecológica además de tener la ciudad verde más grande del mundo, ya que la superficie será de 30 kilómetros cuadrados. La previsión es que esté finalizada para el año 2020.
La ciudad se está levantando conforme los parámetros más exigentes de sostenibilidad, que se aplican al transporte ecológico, ya que el 90% del transporte será público, además de apoyarse en sistemas eléctricos y vías exclusivas para ciclistas y tranvías. Esta sostenibilidad también se aplicará para garantizar la calidad del agua y del aire.
En esta ecociudad, el 20% de la energía se obtendrá a través de paneles solares y aerogeneradores. También se emplearán bombas de calor para un mayor aprovechamiento de la temperatura de la tierra. Todo ello se complementa con un subsuelo que dispondrá de túneles de ventilación para disponer de aire acondicionado totalmente natural.
El reciclaje también estará presente en esta ecociudad, ya que el 60% de la basura que se genera será reciclada en una planta cercana. También se aprovechara el agua de la lluvia a través de otra planta.
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]]>China ha anunciado un plan para prohibir las ventas de combustibles fósiles con el fin de mejorar la calidad ambiental y, de forma indirecta, apoyar a la industria del coche eléctrico.
Con esta medida, en efecto, se espera un doble impacto: tanto en el medio ambiente como en el crecimiento del sector del vehículo eléctrico.
Pero no solo a nivel local, sino también mundial, puesto que el país es uno de los grandes emisores de gases de efecto invernadero, junto con Estados Unidos, y aunque las emisiones procedentes del tráfico rodado no son las más importantes, sí tienen un peso significativo. Lo suficiente como para hacer una gran diferencia.
Por otra parte, si tenemos en cuenta su numerosa población podemos concluir que representará un fuerte empujón para la industria automovilística que apueste por el coche eléctrico, un sector que no deja de crecer.
De acuerdo con la agencia Bloomberg, se espera que esta política suponga un gran impulso para conseguir que las ventas de automóviles convencionales vayan dejando de producirse, ya que es un mercado inmenso.
Será un cambio lento, no cabe duda, pero ya están empezándose a dar los primeros pasos, como hicieron, por ejemplo, Francia y Reino Unido con sus recientes anuncios en el mismo sentido. En este caso, sí se conoce el plazo establecido: en ambos casos, se esperará a 2040 para que la prohibición entre en vigor. Es decir, seguirán circulando, -salvo en áreas donde se limita su circulación, otra de las iniciativas en este mismo sentido-, pero no se venderán en ninguno estos dos países.
]]>Hablamos del fabricante SAIC, que ha comenzado las ventas de su modelo Roewe E50. Se trata de un pequeño coche eléctrico que quiere marcar cifras récord en China. Pero, si todo va bien, el Roewe E50 no se quedará en su país de origen, sino que se comenzará a vender en Europa (aunque aún no se ha determinado la fecha exacta).
La idea final es romper la barrera de precios actual, ofreciendo un producto compacto, eléctrico y asequible para los que buscan un coche de bajo consumo diseñado para circular por las ciudades.
El Roewe E50 es una apuesta ambiciosa. Tiene aspectos verdaderamente innovadores, como el diseño, el uso de materiales o el empleo de una planta motriz capaz de ofrecer 64 CV (47 kW), una autonomía de 180 kilómetros con cada recarga y una velocidad máxima de 120 Km/h.
Según el propio fabricante, el Roewe E50 quiere convertirse en una solución de movilidad más cercana a la demanda actual que hay en las grandes ciudades. Por ello, uno de los objetivos del pequeño eléctrico chino es reducir su tamaño y peso lo máximo posible para emplear una planta motriz de bajo coste. Sus baterías de litio son fabricadas por A123. Además, se emplean materiales de última generación, como el plexiglás, elaborado por Evonik.
Tras reducir el peso, el siguiente paso fue aumentar la autonomía. Para ello, se han usado materiales como el polimetilmetacrilato para la fabricación de todas las lunas y pilotos a excepción del parabrisas delantero. También se usan resinas y compuestos de materiales ligeros basados en fibras para la fabricación del techo y las diferentes partes de la carrocería.
El Roewe E50 pretende conseguir una ventas anuales de mil unidades en China. A partir de ahí, podría llegar la expansión a otros mercados, como Europa.
]]>El Gobierno ofrece ayudas públicas para los ciudadanos que decidan comprar coches que no contaminan. Con todo, aún son pocos los que se deciden. Los turismos eléctricos que se pueden comprar en el país asiático son muy caros para la mayoría de la población. Sin embargo, una nueva oleada de modelos de pequeños coches eléctricos está extendiéndose por el país: más pequeños y más asequibles.
Los minicoches eléctricos puede ser la mejor solución para moverse por las atestadas ciudades chinas. Un turismo convencional es demasiado caro. Y demasiado grande. Y gasta mucho, Además, se necesita carné de conducir. En cambio, los eléctricos enanos, con un diseño simple y un precio muy reducido, se pueden conducir con carné de ciclomotor.
Uno de los modelos que se venden en China es el BYD E6 (en la imagen), el eléctrico que, tras las ayudas públicas, se queda en 44.700 euros. Aún así, es un precio demasiado alto para la mayoría de los ciudadanos chinos.
La alternativa es un minicoche eléctrico que alcanza una velocidad máxima de 50 km/h y que ofrece una autonomía de unos 100 kilómetros. Sólo cuesta 3.800 euros. Poco más que una moto.
Más de 260 millones de personas se mueven en China en bicicleta, moto o en vehículos de las granjas, medios de transporte que no cumplen con las necesidades de los usuarios que cada día buscan nuevas alternativas. Ahí es donde entran los minicoches eléctricos.
Un ejemplo es la producción de Shifeng Group: cada día salen de sus instalaciones un centenar de estos vehículos. Casi no dan abasto con la demanda existente. La fábrica ha entregado un total de 30.000 unidades en 2011 y, en 2012, alcanzará las 100.000 unidades.
Bicicletas, motos eléctricas y, ahora, también, coches eléctricos. Un mercado potencialmente gigantesco que debería dar que pensar a europeos y americanos. ¿Será el transporte urbano del futuro?
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