Implantes biodegradables con capullos de seda


Científicos de diversas universidades de Estados Unidos y Asia han creado un circuito electrónico que puede desaparecer tras un período determinado. Así, la innovación podría servir para crear implantes médicos que, tras cumplir con su función, serían reabsorbidos por el organismo. Los investigadores, para crear estos implantes, han usado capullos de seda, hojas delgadas de silicio poroso y electrodos de magnesio (todos, materiales degradables).

Habitualmente, se desea que los dispositivos electrónicos permanezcan inalterables el máximo de tiempo posible. Sin embargo, en este caso, precisamente se quiere lo contrario: que el dispositivo desaparezca con el paso del tiempo.

El dispositivo ha sido presentado en la revista Science. Puede ser utilizado para crear implantes médicos. Ya ha sido probado como implante biomédico en ratones. Antes de implantarlo, lo programaron para ser reabsorbido después de una cantidad concreta de exposición a los biofluidos de los animales.

Tras tres semanas, en las que el dispositivo cumplió su función administrando un bactericida, los científicos comprobaron que sólo quedaban algunos pequeños restos del implante.

John Rogers, uno de los investigadores que ha participado en el proyecto, ha explicado que otra posible aplicación médica puede ser la cura de huesos rotos. Se ha demostrado que la estimulación eléctrica acelera el crecimiento y la curación de fracturas óseas, de modo que un dispositivo temporal como éste puede abrir un nuevo campo en este sentido. El científico asegura que, en un año o dos, podrían empezar a hacerse pruebas en seres humanos.

Los posibles usos de estos circuitos van más allá de la medicina. Según Rogers, una posible aplicación sería la monitorización ambiental. Por ejemplo, un despliegue de cien mil sensores electrónicos con capacidad de comunicación inalámbrica en un vertido químico. Podrían aportar información útil y, después, desaparecer tras la eliminación del vertido.

Además, podrían simplificar la gestión de los residuos electrónicos. La tecnología de consumo actual suele quedar obsoleta en dos o tres años y se desecha, lo que resulta un grave problema ambiental. Se podrían utilizar estos dispositivos degradables para reducir este impacto ambiental.

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