Sencillos consejos para ser más ecológicos en familia

Familia verde
Ser ecológico en casa puede ayudar a que el resto de la familia se apunte a una vida más verde. De hecho, son muchos los eco gestos que podemos hacer juntos en el hogar y fuera de él, cada uno aportando su granito de arena, para hacer una gran diferencia para el planeta y también a la hora de cuidar el bolsillo.

¿Pero, por dónde empezar? Centrarnos en la reducción y separación de desechos, en el ahorro energético y de agua, así como en el logro de un consumo responsable es un buen modo de ponerse en marcha. En este post vamos a dar algunos consejos que nos ayudarán a convertirnos en una familia, si no ecológica, más sensibilizada en relación a cuestiones tan importantes como el cuidado ambiental, la sostenibilidad y, en definitiva, el futuro de nuestro planeta.

Reducir el consumo

El consumismo suele ser la tónica general en nuestras vidas. Llenamos la casa de un sinfín de objetos que realmente no necesitamos. Antes de comprar, se hace necesario un ejercicio de reflexión que vendrá muy bien a niños y mayores. Acostumbrarnos a hacerlo en familia, ya sea antes de tomar la decisión de comprar o al enseñar en casa lo que se ha comprado, es una manera de convertirlo en un gesto automático, que no nos cueste esfuerzo.

Preguntémonos si es necesario adquirirlo, si puedo reutilizar o hacer reciclaje creativo para evitar esa compra o, por ejemplo, pedir prestado o hacer un intercambio de objetos para obtenerlo y combatir la acumulación en casa de cosas innecesarias.

Pasarse a los productos bio

No tiene por qué ser un cambio drástico. De hecho, no todos los presupuestos podrían sopotarlo, pero sí de descubrir ese universo alternativo de productos ecológicos, muchos biodegradables, en el que los compuestos químicos no tienen cabida o, si lo hacen, es mínimamente. Encontraremos opciones muy interesantes en productos para la higiene del hogar, cosmética, ropa, decoración y, por supuesto, alimentación.

Ahorrar luz y agua

El entorno familiar es idóneo para mejorar la conciencia ambiental y plasmarla en gestos cotidianos que permitan ahorrar recursos escasos de primera necesidad, como so la energía y el agua. No solo los peques de la casa pueden aprender cuando predicamos con el ejemplo al cerrar un grifo o una luz, sino también los adultos. No en vano, la concienciación ecológica es una asignatura pendiente para muchas personas de todas las edades.

Separar y reducir desechos

Contar con unos buenos cubos de basura, de distintos colores, para que separar sea fácil y resulte cómodo es un paso esencial para lograrlo. Si nos resulta práctico hacerlo no nos costará tanto y no tardaremos en convertirlo en una rutina. En concreto, es importante que los cubos tengan la suficiente capacidad para no caer en la tentación de echarlo en el que no corresponde de forma sistemática.

Cubos reciclaje
Prescindir de las bolsas de plástico y envases es otro punto clave a la hora de reducir basura. Puesto que evitarlas por completo es complicado, al menos sí podemos minimizarlas teniendo a mano el típico carrito de la compra, bolsas de tela (en particular, las plegables son muy prácticas para llevar a todas partes sin que apenas ocupen) o esas otras reutilizables, de distintos materiales, que se adquieren en los mismos comercios.

Por último, controlar que no sobre comida es importante, tanto para comprar lo justo y necesario, sin excedernos en cantidades ni presupuesto, como para aligerar nuestra huella de carbono. A su vez, como es lógico, esa comida comprada debe conservarse y cocinarse teniendo en cuenta las raciones que van a consumirse para evitar que sobre comida y acabe en la basura.

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