Personalizar el aroma de un hogar siempre es un signo de distinción, un modo de diferenciarnos no tanto en plan elitista, sino en el sentido de hacer de un espacio más nuestro, muy nuestro. Inagotable fuente de inspiración y de bienestar, los aceites esenciales son una opción interesante para dar un toque aromático a cada estancia de la casa.
Hacer de un aceite esencial un aliado de la salud y de las buenas sensaciones exige la elección de un producto biológico, es decir, cuyos ingredientes sean ecológicos. Libres de pesticidas y de fertilizantes químicos, las plantas a partir de las que se obtienen los perfumes serán una manera interesante de crear hogar.
El consejo general es simple: no saturar el aire de perfume. Puesto que los principios activos del aceite esencial están concentrados, las moléculas olfativas también lo estarán, lo que significa que hay que ser comedidos pues en esto de perfumar ambientes, menos es más.
Un sinfín de aromas
La elección del aroma es cuestión de cada uno. Para gustos, los colores, dice la famosa frase. Sin embargo, quizás nos interese combinar las propiedades de algunos aceites esenciales con su aroma, para así obtener la combinación perfecta de olor y propiedades estimulantes o incluso curativas.
El aceite esencial de eucalipto, por ejemplo, sería perfecto para mejorar los problemas respiratorios, mientras el de romero resultará vivificante y mejorará la memoria. Su difusión es posible impregnando un trozo de madera o tejido o con difusores que nebulicen el ambiente.
Si tenemos mascotas, se recomienda hacer un uso mínimo de los aceites esenciales, pues mediante la inhalación el producto entra en el riego sanguíneo y puede provocar problemas de salud. No olvidemos que los animales tienen organismos que metabolizan de forma distinta los compuestos.