Belleza verde con aceite de oliva bio

Aceite oliva
La cosmética natural tiene en el aceite de oliva a un gran aliado. Tener siempre a mano un frasquito con aceite de oliva virgen extra, idealmente bio, es contar con una auténtica joyita para hacer tratamientos de belleza.

Nos ayudará a mejorar la piel, el cuero cabelludo y el pelo, tanto con una aplicación local como incluyéndolo en nuestra dieta. No en vano, es un superalimento, clave en la dieta mediterránea, muy beneficiosa para mejorar nuestra salud y aspecto.

Salud y belleza natural

En efecto, cabello y piel tendrá mejor aspecto gracias a los ácidos grasos del aceite de oliva bio. Su consumo regular en crudo, por ejemplo para aliñar ensaladas, a combatir la sequedad de la piel y también el exceso de grasa gracias a su efecto equilibrador.

Aplicado de forma tópica nos ayuda a reducir la aparición de arrugas y combatir tanto la piel seca como grasa, siempre usado de forma cotidiana. Como ocurre con otros productos naturales, los efectos se aprecian a largo plazo.

Eso sí, el aceite de oliva permite disfrutar de una sensación de confort y bienestar desde la primera aplicación. De hecho, tiene efecto calmante, reduce el picor e hidrata en profundidad, con lo que también se minimiza la sensación de tirantez de las pieles secas o estropeadas por agentes externos como el frío, sol o la sequedad ambiental en espacios interioress, sobre todo a consecuencia del aire acondicionado, la calefacción y la climatización en general.

También nos ayuda a prevenir la caspa, ya que equilibra el cuero cabelludo mediante una aplicación directa acompañada de suaves masajes formando pequeños círculos.

Rico en vitamina E y en antioxidantes, el aceite de oliva protege y nutre sin obstruir los poros. Su uso sobre la piel consigue a su vez una limpieza en profundidad.

El resultado es una piel limpia, más suave e hidratada, por lo que puede aplicarse tanto como desmaquillante como para hidratar mientras exfoliamos la piel o, por ejemplo

Su aplicación de forma pura o directa, sin otros ingredientes es una opción interesante, pero no lo es menos usarlo como ingrediente en fórmulas caseras de belleza. Por ejemplo, mezclado con zumo de aloe vera (su aplicación puede resultar irritante) se convierte en un buen desmaquillante.

Tratamiento belleza
O, por qué no, hagamos un exfoliante casero fácilmente mezclando aceite de oliva con posos de café. Bastará mezclar ambos ingredientes hasta formar una pasta cremosa. Luego, aplicar para eliminar las capas superficiales de la piel y al tiempo hidratarla.

Con ello lograremos, además, dos beneficios añadidos, tanto un efecto anticelulitis gracias a la cafeína que contienen los restos de café como un tratamiento antiestrías. En este caso, añadiremos una dosis extra de aceite de oliva o bien finalizaremos el tratamiento aplicando unas gotas de más para intensificar el resultado.

Otra opción, esta vez para suavizar el rostro o cualquier otra parte del cuerpo, consiste en hacer una mascarilla mezclando miel bio con el aceite de oliva también ecológica y aplicar directamente. Dejar actuar unos minutos y enjuagar.

Como hemos apuntado, el cabello también se beneficia del aceite de oliva. Hacer una cura completa puede abarcar desde el mismo cuero cabelludo hasta las puntas. Sin embargo, hemos de tener en cuenta que el peso del aceite dará como resultado un efecto casco aplastado que podría resultar poco estético.

Aún así, hacerlo cada cierto tiempo resulta conveniente para mantener el pelo bien cuidado o, si se prefiere, optar por aplicar solo en las puntas. De este modo prevendremos las puntas abiertas y evitaremos la falta de volumen.

En ambos casos, tras su aplicación dejaremos reposar durante unos minutos o, mejor aún, unas horas (toda la noche, por ejemplo), y al día siguiente lavaremos habitualmente. Sin más complicaciones, y sin necesidad de usar acondicionador ni mucho menos mascarilla.

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