No es la primera bicicleta de cartón que os mostramos. ¿Se estará convirtiendo en moda? En este caso, el diseño ha sido realizado por el israelí Izhar Gafni. Trabajó en Estados Unidos, en una empresa de ingeniería. Fue entonces cuando se le ocurrió la idea de construir una bicicleta de cartón que pudiera usar cualquier persona y fuera económicamente viable.
Los ingenieros de su compañía, en un principio, pensaron que la idea era una locura: el cartón no podría soportar el peso de una persona. Le aconsejaron que, si quería que la bicicleta fuera ecológica, usara otros materiales más resistentes, como la madera de bambú. Pero Gafni no cejó en su empeño.
El diseñador israelí dejó la empresa estadounidense. Pero su idea no se alejaba de su cabeza. Ya de vuelta a Israel, un día vio un documental que trataba de la fabricación del avión 747. Uno de sus ingenieros afirmaba que cuando todo el mundo dice que algo es imposible es una buena señal, que, en realidad, se va en la dirección correcta.
Así que Gafni retomó su idea y comenzó a probar diferentes tipos de cartón hasta encontrar alguno que fuera idóneo para fabricar una bicicleta. También experimentó diversos métodos para el plegado del cartón (que compara con el arte del origami). Ambos factores, el material y la manera de ensamblarlo, eran la clave para encontrar una mayor resistencia.
Después, desarrolló los primeros prototipos que, según las propias palabras del creador, se asemejaban más a un contenedor que a una bicicleta.
Comenzó a contactar con posibles inversores, que le dijeron que era importante que la bicicleta, fuera del material que fuera, ofreciera comodidad y diseño. Si no, nadie querría comprarlas. El primer prototipo comercial no parece hecho de cartón, ya que está recubierto de una capa de cartón sólido que se asemeja al plástico ligero. Además, la bicicleta soporta bastante bien el agua y la humedad.
Otra ventaja es que, por su bajo coste, desincentiva su robo. Incluso puede valer más dinero el candado que la bicicleta. ¿Quién querría robar algo que no vale casi nada?
Una última característica es que soporta un motor eléctrico extraíble que se podría desinstalar cuando se deje la bicicleta aparcada. Esta bicicleta soporta el peso de una persona de 140 kilogramos. Su precio de venta podría quedar en menos de 50 euros.