Casita de muñecas dentro de una vieja guitarra


La casita de muñecas que la australiana Lorraine Robinson construyó para su hija es de auténtica locura: con un mobiliario increíble por dentro y ¡oh, sorpresa! con una original guitarra reciclada por fuera.

Sólo viendo las imágenes podemos hacernos una idea de la original obra de reciclaje que supone este proyecto, una auténtica obra de arte salida de la imaginación de esta mujer de mediana edad, cuya hija recibió este bonito regalo para su 25 cumpleaños.

En contra de lo que pudiera parecer, por lo tanto, ni la casita era para una niña ni se trataba de una típica casa de muñecas. Y, por otra parte, tampoco costó cifras astronómicas. Todo lo contrario, casi salió gratis entre reutilizar la guitarra y su gran talento para confeccionar todo tipo de muebles y accesorios a pequeña escala.

Una casa musical

El resultado deja boquiabierto, pues la obra resiste la más exigente valoración con lupa y además no se deja ningún detalle al azar. Vemos cómo hay un retrato de familia en la pared y cómo se hace un homenaje a los gustos musicales de la persona a la que va destinada.

Robinson tapizó el diminuto sillón con un tapizado de pentagramas cuyas dulces notas aspiran a ser una declaración de amor de madre a hija, y no falta la flauta ni las guitarras eléctricas y acústicas, además de la que realiza la función de continente.


Pero eso no es todo, pues el papel de pared también está salpicado de notas musicales… Pero, más allá de estos bellos mensajes, el conjunto en general, así como cada una de las piezas en particular son todo un ejemplo de autenticidad, un canto a la vida alejada del fútil consumismo. ¿Imaginas lo que sería recibir un regalo tan maravilloso?

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