La locomoción eléctrica sobre dos ruedas está de moda. Mientras Barcelona estudia crear una red de bicis eléctricas similar al Bicing para ampliar las opciones de uso ciudadano de este vehículo sostenible, BMW habla del placer de conducir no al volante de un coche, sino a un manillar de moto o, como en este caso, de bicicleta.
Inspirada en los diseños de la marca, desde BMW nos llega «una nueva forma de movilidad sostenible ya atlética»: la BMW Cruise e-Bike 2014, reza la nota de prensa difundida. A un nada módico precio de promoción de 2.330 euros (hasta el 1 de octubre de 2014 y luego de 2.812 euros), el diseño parece estar a medio camino entre una propuesta para calmar los males de la marquitis aguda y al mismo tiempo emocionar a espíritus verdes y grandes forofos de las bicis eléctricas.
Si hubiera que resumir las características de esta bici de aluminio, -prima hermana del coche BMW i3 y el scooter C Evolution, el trío eléctrico de BMW-, como características más relevantes destacan que tiene hasta 100 km de autonomía, un motor fabricado por Bosch, una caja de cambio con diez velocidades y frenos de disco, ambos de Shimano Deore.
Trayectos más largos
Pero la Cruise e-Bike es mucho más. Como buen producto de una marca de prestigio, no le falta detalle en diseño y prestaciones, un aspecto que aumenta el precio sobremanera y no siempre está justificado ni es necesario. Sirva de ejemplo su estiloso cuadro en forma de cuello de toro inspirado el de las motocicletas y su mayor confort en ruta gracias a un sistema de control que permite seleccionar el grado de asistencia deseada.
Sin negar que la comodidad es un plus que puede acabar marcando la diferencia y animar a cogerla con frecuencia, se trata de una realidad. el confort nos lo proporciona el sistema Intuvia. Su activación es modulada, mediante una selección en función de la asistencia que se desee, entre un porcentaje del 0 al 225 por ciento, una opción que puede ser de gran utilidad para un determinado perfil de ciclistas.
Por otra parte, viene con algo realmente práctico, el quid de la cuestión de toda bici eléctrica, lo que le da sentido: una batería de 400 Wh que brinda una autonomía importante, permitiendo hacer trayectos largos o un buen número de recorridos cortos.
Cuando hay pinchazo…
El Safety System también tiene su utilidad práctica. Se trata de un sistema que convierte las ruedas en todo un salvavidas, ya que permite afrontar las malas condiciones meteorológicas como elementos puntiagudos que puedan provocar accidentes o simplemente aguarnos la fiesta. Es decir, las cubiertas del neumático Continental CruiseContact están reforzadas para mantener la presión incluso en caso de pinchazo.
Otros detalles que puden interesar: el peso es de 22 kg, su tamaño exacto 26″ y combina los colores blanco y antracita. También tiene un sinfín de características técnicas que conviene conocer, como una horquilla SR Suntour NEX MLO en blanco mate, unos neumáticos con bandas reflectantes, un sillín Selle Royal Freccia de color negro con raíles del mismo color, una llanta Rodi Airline Plus 4 lacing, negro mate y unos frenos de disco Shimano BRM395, 180 mm.
¿Y su conveniencia? Por precio, echa para atrás, si bien su diseño y sus datos técnicos tienen una pinta estupenda. Por lo demás, el uso de una bici eléctrica o convencional dependerá de muy distintos factores, como el tipo de recorridos que vayamos a hacer (que haya más o menos pendientes, distancias a recorrer, etc.), el uso que le pensamos dar (ir al trabajo, hacer excursiones, etc.), si la vamos a mover más o menos (las bicis eléctricas son mucho más pesadas) o si la buscamos un producto sofisticado de diseño realmente bonito.
