Exfoliar rima con reciclar, algo a tener muy en cuenta si buscamos una cosmética natural. Obviamente, aquí no pretendemos hacer versos, sino dar con fórmulas naturales que nos ayuden a eliminar las capas superficiales de la piel para que luzca más radiante y saludable. Además, hacerlo con productos naturales mediante recetas caseras fáciles de preparar es más asequible que recurrir a los cosméticos convencionales, al tiempo que cuidamos el medio ambiente.
Nuestra cocina es, en estos casos, todo un arsenal de ingredientes perfectos para lograr fantásticos resultados en la exfoliación de rostro y resto del cuerpo. Dar con la fórmula apropiada para cada tipo de piel será sencillo si jugamos con las diferentes texturas de los productos, a los que habremos de sumar otros ingredientes para facilitar la aplicación, aportar hidratación y conseguir, en fin, un cuidado extra.
1.Sal de mar: Con muy poca cantidad, apenas una cucharada sopera, la sal fina de mesa ayudará a que la piel se renueve de forma gradual. Su suavidad la hace adecuada para aplicar en el rostro u otras zonas sensibles.
Por contra, la sal de mar gruesa hará maravillas con las zonas más rebeldes, como codos, rodillas o talones. En ambos casos podemos mezclarlas con miel, yogur, aceite o con el gel de baño y aplicarlas mientras nos duchamos, haciendo pequeños movimientos circulares, sin insistir demasiado para no dañar la piel.
2.Azúcar: El azúcar moreno es otra interesante opción que también tenemos siempre a mano. Como la sal, el azúcar blanquilla será menos agresivo y las dos pueden mezclarse con humectantes de distinto tipo sin resultar abrasivos.
3. Café molido: Los restos del café molido también hacen un buen papel y, de paso, te permite reciclarlo gracias a esta reutiización. Son ligeramente abrasivos y tienen la gran ventaja de mantener su forma durante un tiempo cuando entran en contacto con el agua u otros ingredientes. Aprovechemos esos primeros minutos para hacer la exfoliación.
4.Arroz molido: Troceemos el arroz utilizando un molinillo eléctrico y luego simplemente apliquemos. Conviene adaptar el tamaño de los trozos al uso que vaya a dársele, por lo que convendrá reducirlo prácticamente a un fino polvo para aplicar en la cara.
5.Legumbres: Conseguiremos un exfoliante muy triturando las legumbres, en especial las lentejas. Será más práctico hacer más cantidad de una sola vez, guardarlo en un lugar seco (no en el cuarto de baño) y así tenerlo listo para ir utilizándolo.
6. Frutos secos molidos: Los frutos secos son ideales para este uso, desde las almendras o nueces hasta las avellanas o el muesli, en especial los copos de avena. Después de molerlos con un molinillo eléctrico o con un mortero, simplemente aplicaremosm ezclandolas con leche, yogur o, por ejemplo, manteca de coco.
7.Bicarbonato de sodio El bicarbonato de sodio es una solución fácil de preparar, que nos aportará luminosidad a la piel sin irritarla. Una pequeña cantidad de su fino polvo hará un gran trabajo en un tiempo récord.
8.Zumo de limón: Los ácidos de los cítricos exfolian de manera natural al oxidar las capas superficiales de la piel y ayudarnos a retirar las células muertas. Utilicémoslo con precaución, pues tiene un gran poder, siempre recién exprimido y, de forma puntual, mezclado con sal para una exfoliación más profunda.
9.Guante de crin: Habituarnos a utiligar el guante de crin cada vez que nos duchamos nos evitará otros tratamientos, si bien resulta agresivo para la piel de la cara, por lo que será idóneo para combinar con otras fórmulas si deseamos una exfoliación completa.
10.Arena de la playa: Siempre que puedas, aprovecha la arena de la playa para darte un micromasaje. En sólo unos minutos lograrás exfoliar tu piel de un modo muy agradable y divertido, pero seamos precavidos con la arena que pueda estar contaminada y, sobre todo, evitemos las zonas delicadas.