Ducha que riega un jardín


La ducha diaria de millones de personas suponen un gasto de millones de litros de agua. Y lo cierto es que el agua no queda especialmente sucia (salvo excepciones). Todos esos millones de litros de agua, por tanto, se podrían usar, reutilizándose para otros usos como la limpieza de coches o calles u otros objetos, o para regar plantas.

El agua potable va a ser uno de los recursos básicos para el ser humano que más va a escasear y nuestro deber no malgastarlo. En este sentido, el diseñador francés Alban le Henry ha creado una ducha que funciona, además, como sistema de riego. Lo ha llamado Phytobalneum.

La idea es sencilla: aprovechar el agua de la ducha, que alimentará a algunas plantas que están integradas en el diseño. De este modo, se evita desechar agua.

El plato de ducha, aparentemente, es como cualquier otro. Tiene el tamaño suficiente para una persona se pueda duchar cómodamente. Sin embargo, en su interior hay instalado un sistema inteligente e innovador. El agua de la ducha pasa, a través de una pequeña tubería, hasta unos canales que enfrían el agua.

Un sistema cerrado

Con ese agua reciclada y enfriada, se regará un pequeño jardín que crecerá alrededor de la ducha, que, por otra parte, funcionará como cortina natural y ofrecerá privacidad. Después de regar las plantas, el agua pasa por barreras de malla y por varios procesos de filtración para eliminar las impurezas y los microorganismos, de modo que estará lista para volver a usarla en la ducha.


De este modo, se completa el ciclo. El agua pasa por un sistema eléctrico y se calienta a una temperatura ideal para ser expulsada por el grifo de la ducha. Se puede considerar, por tanto, una ducha de sistema cerrado: el agua se usa una y otra vez sin desperdicios innecesarios.

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