El futuro de la aviación


Algún día se acabará el petróleo y la vida tal y como la conocemos ahora cambiará por completo. Acciones como montar en un avión comercial se volverás imposibles. Al menos, para la gente corriente. Algo parecido a lo que les pasaba a nuestros abuelos. A no ser que se invente otro modo de volar. O, mejor dicho, otra materia prima que propulse los aviones. Algunos expertos se atreven a predecir la fecha de caducidad del aviación tal y como la conocemos ahora: en 2040 no habrá aviones impulsados por combustibles fósiles surcando los cielos.

Pero no hay por qué preocuparse. Si de algo puede estar orgulloso el ser humano es de su capacidad de inventiva. Y son las propias compañías aéreas y aeronáuticas las más interesadas en encontrar alternativas. Paul Wylde, consultor de Boeing, tiene la solución y la ha llamado Flight 2.0.

Flight 2.0 es, en realidad, un concepto. La idea es retomar el modo de viajar de los dirigibles, aquellos enormes globos que se usaron a principios del siglo XX y que cayeron en desuso en la década de los treinta. Dentro del cambio de mentalidad al que nos está obligando el cambio climático y el agotamiento de los combustibles fósiles, tal vez sea el momento de volver a viajar de forma lujosa y lenta, aunque sea a costa de unas tarifas de vuelo más caras. En la actualidad, se disponen de nuevas tecnologías permiten combinar la propulsión con hidrógeno, energía solar y otros combustibles renovables.

Según este experto, los vuelos comerciales a precios tan populares como los de ahora, sólo se podrán realizar en enormes aeronaves mucho más lentas que los actuales aviones. Será como un crucero por barco, sólo que por el aire. Se llegará al destino en días en lugar de en horas.

Tal vez a las actuales generaciones les resulte imposible ese modo de viajar, nada estresante, por otra parte, pero el caso en que viajar tan rápido como ahora es absolutamente insostenible. En cambio, el deseo de viajar de muchas personas no desaparecerá. La solución será, pues, viajar de otro modo. A otra velocidad. Quizá se descubra que, después de todo, es una forma mucho más interesante de hacerlo.

Los expertos que han ideado Flight 2.0 están proponiendo a los gobiernos que se restrinja el tráfico aéreo en un 80%. Es decir, la aviación comercial volverá a ser sólo para ricos, hombres de negocios y casos muy urgentes o puntuales. Un viaje de Londres a Nueva York durará cuatro días. Quién sabe si para algunos no serán cuatro días inolvidables.

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