Una de las consecuencias de pasar tantas horas dentro de casa es que se ha tenido mucho tiempo para analizar al máximo cada detalle de la vivienda, sobre todo pensando en qué cosas serían distintas habiendo sabido con anterioridad que la situación de confinamiento iba a producirse. Desde cambios en la distribución de los pisos hasta consultar las diferentes tipologías de las puertas automáticas Manusa, todas las ideas y dudas que han ido surgiendo durante la cuarentena pueden verse plasmadas en una nueva realidad que tenga en cuenta la posible aparición de situaciones como esta en el futuro.

¿Qué partes de la casa son más susceptibles de cambio?

Tras sufrir una situación en la que, ante todo, se piensa en preservar la salud y evitar los contagios de la forma más apropiada posible, una de las estancias que más ha visto evolucionar su actividad y su forma de actuar en ella es el recibidor, ya que es la primera toma de contacto entre la seguridad del hogar y toda la incertidumbre que pueda venir del exterior.

Para adaptar el recibidor y que se convierta en la primera barrera protectora del hogar, pero sin perder el toque de elegancia y calidez que es tan necesario en este tipo de estancias, será necesario realizar algunos cambios. Por ejemplo, la colocación de un perchero se antoja fundamental, ya que así, tanto abrigos como bolsos, no traspasarán el umbral de la entrada.

También es muy recomendable instalar un zapatero en el recibidor, ya que facilitará que el calzado que viene de la calle pueda cambiarse nada más entrar en casa. Y, aunque no se trata de una decisión que influya en el mobiliario o la distribución de la estancia, colocar geles de desinfección en el recibidor contribuirá enormemente a la higienización de toda la casa.

Las nuevas costumbres adquiridas tras la pandemia también influirán en algunas de las partes más importantes de la casa. Por ejemplo, casi con total seguridad la gente acudirá menos a restaurantes y dedicará más tiempo a cocinar en el hogar, por lo que la cocina cobrará un papel todavía más fundamental en el hogar. Se buscará tanto amplitud como comodidad, requisitos fundamentales a la hora de diseñar o escoger la nueva cocina.

Por el mismo motivo, se ampliará la demanda de construcciones que cuenten con un espacio extra que se pueda dedicar a la práctica de ejercicio, o se habilitará uno en la vivienda actual. Si fuese necesario volver a permanecer en casa para pasar otra cuarentena, un lugar donde ejercitar cuerpo y alma será más que bienvenido.

Así mismo, también es conveniente recordar que las viviendas sostenibles proporcionan un importante ahorro de energía, a la vez que económico. En una situación como la que se está viviendo en la actualidad, contar con este tipo de recursos puede producir una tranquilidad insustituible.

Viviendas

La eficiencia energética se convierte así en un perfecto aliado para contribuir a frenar el cambio climático y también para optimizar el uso de la energía, redundando en un menor gasto en los hogares.

Y, todo ello, puede conseguirse con viviendas más sostenibles o ecológicas, que tienen la característica de reducir al máximo todas las necesidades de calefacción y refrigeración de la casa. Estos dos son, además, los factores de mayor consumo en los hogares.

El ahorro

Este ahorro es especialmente importante, sobre todo, porque la factura de la luz sigue aumentando. De hecho, se calcula que, en España, el recibo ha subido más de un 85% en los últimos 15 años, lo que supone unos 450 euros más al año por hogar.

Ahora bien, conviene saber que no todas las viviendas ecológicas son iguales porque existen diferentes niveles de certificación. En general, en España, las viviendas ecológicas de nueva construcción suelen tener la clasificación D, aunque la máxima es la A+.

Esta clasificación permite llegar a reducir la factura eléctrica en torno a un 64% en comparación con otras casas no sostenibles. A modo de ejemplo, se puede decir que una vivienda de 80 metros cuadrados ve reducido su gasto de climatización y agua caliente desde los 990 euros a los 360 euros anuales aproximadamente.

Estas viviendas suelen construirse siguiendo un diseño bioclimático, que permite reducir el consumo de calefacción y refrigeración, aparte de contar la casa con un alto grado de aislamiento térmico y aprovecharse la luz solar y los acristalamientos triples, entre otros elementos.

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El proyecto

La iniciativa ha sido impulsada por el estudio de arquitectura sATT, que está especializado en vivienda ecológica y colaborativa. El proyecto consiste en realizar una promoción de viviendas y oficinas ecológicas en las que el consumo de energía es mínimo, tratando de cuidar tanto la salud de las personas como el medio ambiente al producirse cero emisiones de CO2. Esto contribuye a su vez a minimizar los efectos en el cambio climático.

Este edificio colaborativo, que se conoce como cohousing, se acaba de empezar a construir siguiendo el proceso de ecodiseño y ejecución de sAtt. Además, se pone en marcha dentro de una primera cooperativa ecosocial de vivienda de Madrid en el distrito de Usera, que está formada por un grupo de personas heterogéneo, pero que tienen en común la ecología, la financiación ética y la cultura de los cuidados.

En este edificio se aplicará el estándar Passivhaus de máxima eficiencia, aparte de evitarse el uso de cualquier combustible fósil. De hecho, está previsto que solo se emplee energía 100 por cien renovable.

En el diseño, además, se aboga por combinar en el mismo espacio tanto áreas privadas como otras zonas de uso común como por ejemplo la lavandería o biblioteca.

Inversión

Ahora, para encontrar socios inversores y ampliar capital, se acaba de abrir una ronda de inversión participativa en La bolsa social, que es una plataforma a través de la que se impulsa la financiación de empresas con potencial de crecimiento y que produzcan un impacto positivo tanto en la sociedad como en el medio ambiente.

Esta ronda de inversión tiene por objeto así obtener los fondos que se necesitan para llevar a cabo esta promoción inmobiliaria en la que también habrá oficinas y espacio trabajos compartidos como coworking.

Una característica será el uso de tecnología asociada a la administración de la ecología en la arquitectura con metodologías propias como el ecómetro vivienda, el análisis de ciclo de vida de los edificios, la certificación edificios CO2 o el cálculo de la huella de carbono, entre otras.

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