El pasado verano Nokia probó cargadores solares como una manera ecológica de recargar sus teléfonos. Las pruebas se realizaron en cinco lugares del mundo y, según los datos recogidos, por el momento no parece viable. Pero se seguirá mejorando la tecnología para que, cuanto antes, los cargadores solares para teléfonos móviles sean una realidad.
Nokia analizó el uso y la carga que recibían los terminales de cinco personas en diferentes partes del mundo. Los dispositivos tenían un nombre en clave, como si de una película del agente 007 se tratara: Lokki. En realidad, eran versiones modificadas del Nokia C1-02, esto es, un teléfono de gama baja, es decir, un dispositivo que consume menos recursos que un smartphone que funcione con Android o Symbian, el sistema operativo de Nokia.
Los teléfonos llevaban instalados paneles de carga solares y un programa que almacenaba datos acerca de la energía solar que recibía. Los lugares elegidos fueron muy diversos. Se trataba de saber cómo respondía la tecnología en diferentes escenarios: se probaron las placas solares al norte del Círculo Polar Ártico (en dos dispositivos), en el sur de Suecia, en Kenia y en el mar Báltico. Así, comprobaron que cargar un teléfono utilizando únicamente un panel de carga solar en la parte trasera es posible, pero aún hay que mejorar la tecnología para que no sea una molestia para el usuario. Ése es el reto de Nokia.
El proyecto fue compartido en tiempo real a través de un blog llamado Nokia Solar Charging, en el que se podían conocer las tareas que hacían los usuarios evaluadores de los teléfonos con placas solares, así como enviar comentarios.
Las pruebas demostraron que es posible cargar un móvil usando la energía solar mediante un panel ubicado en la tapa de la batería. Sin embargo, quedan muchos temas por resolver. Si se ubica adecuadamente, los teléfonos prototipo son capaces de acumular suficiente energía para mantener el teléfono en modo de espera, pero con un tiempo de conversación muy limitado.
Uno de los principales retos es el tamaño limitado de la cubierta trasera de los dispositivos actuales. Es decir, que la placa solar no es muy grande. Además, factores como el estilo de vida y el ángulo en el que incide la luz tienen un impacto significativo.
El teléfono más efectivo fue el de Kenia, tanto por haber más sol como por la ocupación de Amos, la persona que probó el prototipo, que trabaja como guardia de seguridad y no suele tener que desplazar el teléfono, lo que facilita la carga.