Una catedral de bambú


Una catedral sostenible, respetuosa con el medio ambiente y dedicada al culto de la religión… del chocolate, con una legión de seguidores por todo el mundo. Porque la mayor construcción levantada a base de bambú es conocida con ese apodo: la catedral de bambú. En realidad, será una fábrica de chocolate y estará ubicada en la isla de Bali, una provincia de Indonesia que quiere ser un referente en arquitectura sostenible.

El edificio tendrá más de 2.200 metros cuadrados y una altura de tres plantas. Se está construyendo en medio de un campo de arrozales y entre palmeras. El diseño se ha cuidado para que se integre perfectamente con tal paisaje. Una construcción natural dentro de un paisaje natural.

El bambú es uno de los materiales más ecológicos para construir que existen, afirma Benjamin Ripple, uno de los dueños de la cooperativa Big Tree Farms, un proyecto que comercializa productos de agricultura ecológica cultivados en Indonesia y que producirá chocolate dentro de esta «catedral».

Se han utilizado para la construcción de la fábrica más de tres mil cañas de bambú, algunas de ellas de veinte metros de longitud, sólo para tejer el entramado del edificio. El suelo está cubierto por madera de cocotero. Los marcos de las ventanas, los pomos de las puertas y el pasamanos de las escaleras también están hechos de bambú.

Ripple dice que eligió el bambú por la abundancia del material en los países tropicales, por su flexibilidad y por su bajo coste, entre otros motivos. Cada caña cuesta, aproximadamente, tres dólares. Por tanto, usar bambú es mucho más barato que usar hormigón o cualquier otro material. Y, además, más ecológico. Esperan inaugurar la fábrica a principios de 2012.

Para asegurar los cimientos, las cañas se clavan a más de un metro y medio de profundidad y se rellenan de cemento para aumentar su resistencia. Los espacios libres entre las cañas de bambú están cubiertos con conglomerado de cáscara de coco, que actúa como aislante para el húmedo clima tropical de la isla de Bali.

La fábrica de chocolate empleará a un centenar de trabajadores de la región. Al principio, los lugareños recelaban de la idea, pero, finalmente, una vez que vieron todo el armazón levantado, no tuvieron ninguna duda de su resistencia y seguridad.

En cualquier caso, según cuenta Ripple, el proyecto ha supuesto algunos retos técnicos, ya que no había antecedentes similares de tal tamaño. Ingenieros de la universidad indonesia de Yogyakarta, arquitectos estadounidenses y artesanos balineses especialistas en el trabajo con bambú han colaborado en esta original fábrica.

El pasado octubre, el edificio aguantó un terremoto de 6 grados de magnitud en la escala Richter, que causó cincuenta heridos y derrumbó algunas viviendas y templos en Bali.

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